Medio Ambiente

Las recomendaciones de los sanitarios y los mecánicos ante el nuevo 'ataque' de la calima en Málaga

La calima ha vuelto a entrar de lleno en Málaga.

La calima ha vuelto a entrar de lleno en Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

En menos de diez días la calima, un polvo rojo procedente del Sáhara, ha atacado Málaga dos veces. Si el pasado 15 de marzo fue hecho inusual y llamativo ver a la capital completamente rojiza, este jueves se ha vuelto a repetir la estampa y ya ha hecho menos gracia porque, de nuevo, las personas con problemas respiratorios tienen que estar alerta y los vehículos corren el riesgo de sufrir importantes desperfectos y averías

Los médicos advierten que inhalar este polvo no es nada positivo porque irrita las vías respiratorias, las mucosas y es especialmente preocupante para las personas asmáticas. Eso, por no hablar de la tos o el picor en los ojos. 

El personal sanitario también indica que respirar esas partículas puede afectar hasta al sistema circulatorio, provocando incluso arritmias. "La calima trae consigo material particulado, las famosas PM, que son contaminantes. Aparte de que también pueden llevar incluso polen u hongos procedentes del norte de África", explica la secretaria general de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) , Carmen Diego.

Para protegerse, los expertos recomiendan usar la mascarilla en el exterior -algo a lo que los ciudadanos ya estamos habituados con el Covid-, beber mucho líquido para que esas partículas no se queden pegadas en la garganta y, por supuesto, cerrar puertas y ventanas para que entre lo menos posible en las casas u oficinas.

La calima también es muy perjudicial, por ejemplo, para los coches. De hecho, puede provocar deterioros y averías importantes. Primero por el barro que cae en las lunas, pues si se abren las ventanas o se pone el limpiaparabrisas directamente se pueden arañar. Los mecánicos recomiendan lavar bien con agua los cristales para evitar esos roces y, además, poder conducir de forma más segura porque si las ventanas laterales y el espejo retrovisor están llenos de barro no se ve nada y puede haber accidentes. 

Por otra parte, los mecánicos también señalan que hay que vigilar bien los filtros, tanto el del aire como el del interior del habitáculo. Si se llenan rápidamente de polvo no solo no cumplen su función sino que se puede dañar el motor y provocar un mayor gasto de combustible. 

Lo de lavar el coche ya es otra historia. Centenares de personas llenaron los centros de lavado en Málaga tras la calima del día 15 y ahora tienen el coche otra vez lleno de barro. Cierto es que, al menos, si ya lo limpiaron no se le acumula doble suciedad. 

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