Refugiado en Málaga

Los más asiduos a esta columna, tal vez recuerden la historia del Rio Lang, aquel transbordador de 56 metros que entre febrero y marzo de 2003 efectuó una varada en el desaparecido dique flotante Andalucía. Y si bien aquella reseña publicada en noviembre de 2024 se centraba en la reparación malagueña del mencionado buque, en aquella columna, también me referí a cómo el término transbordador ha desaparecido completamente de la terminología marítima en español; un vocablo que ha sido sustituido de una forma genérica por la palabra inglesa ferry.

Partiendo de la premisa de que un transbordador podría entenderse como un barco que con pasajeros y carga realiza cortas travesías, mientras que un ferry, con mayores dimensiones y capacidades, efectuaría navegaciones mucho más largas, hoy les referiré la estancia malacitana del Aris IV, el prototipo de lo que muy bien se podría entender como un transbordador.

Realizando una larga navegación entre la localidad griega de El Pireo y el puerto de Georgetown en Guyana, a mediados de noviembre del presente año, el mal tiempo traía a Málaga al este buque que quedaba atracado en el muelle de Heredia. Mostrando rampas para vehículos a proa y popa y un puente con visión de 360 grados, el Aris IV llamó la atención por sus formas; una estructura muy rara de ver por estos lares.

Construido en los astilleros griegos Atsalakis en 2020, este buque de 58,8 metros de eslora que puede embarcar a 300 pasajeros en butacas y transportar 81 coches o 19 camiones, tras navegar para una naviera helena realizando dos rutas diferentes, en el presente 2025 ha sido vendido al gobierno de Guyana por 3,8 millones de euros; una transacción que posicionará a este barco en la más importante línea marítima que en la actualidad posee este país sudamericano. Con la intención de cubrir la ruta entre las localidades de Parika y Supenaam en la desembocadura del río Esequibo, este buque, tras un largo viaje de 5.200 millas náuticas ya espera en su lugar de destino iniciar sus navegaciones.

Un pequeño barco que durante varios días estuvo refugiado del mal tiempo en el puerto de Málaga; un ferry al que muy bien también se le podría denominar como transbordador.