El relojero de Roca gastó 1,5 millones en relojes usados

El relojero de Juan Antonio Roca gastó 1,5 millones de euros en efectivo en comprar relojes en ferias y por internet sin factura ni garantía. Sabino Falconieri, procesado en el caso Malaya por presunto blanqueo de capitales, reconoció ayer que solía acudir a la feria de Múnich y ojear la Red en busca de artículos de lujo para el ex asesor de urbanismo de Marbella. Gestionaba la compra con otros particulares, según declaró, de modo que jamás mediaban facturas. Tampoco había garantía que cubriera posibles fallos en las decenas de Cartier y Rolex, entre otras marcas, por las que pagaba miles de euros en metálico. No se trataba tampoco de relojes nuevos, sino "prácticamente nuevos", porque no habían sido usados pero sí habían tenido otros dueños. Y si había algún fallo "se mandaba reparar y pulir", afirmó el relojero.

Sabino Falconieri no supo precisar ayer qué cantidad invirtió para Roca en la compra de estos artículos. La Fiscalía Anticorrupción sostiene que gastó 1,5 millones de euros, aunque él cree que fueron bastantes menos. En cualquier caso admitió que el supuesto cerebro de la trama de corrupción del caso Malaya ha sido su "cliente más importante".

Indicó que Salvador Gardoqui, procesado porque presumiblemente se ocupaba de la contabilidad b del otrora poderoso hombre del urbanismo de Marbella, le entregaba sobres con dinero en la sede de Maras Asesores, considerado el cuartel general de Roca.

La compra de relojes comenzó, según el fiscal Anticorrupción, Juan Carlos López Caballero, en 2001, cuando empleó 433.000 euros. Al año siguiente gastó otros 287.000 euros, cantidad similar a la que destinó a este fin en 2003 y 2004. En 2005 el gasto en relojes se situó en 144.000 euros.

La sesión de ayer del caso Malaya forma parte del tercer bloque en el que está dividido el juicio y en él se aborda el presunto blanqueo de capitales cometido por el ex asesor de urbanismo de Marbella a través de la compra de obras de arte, artículos de lujo y decoración.

Entre los procesados de esta fase que también prestaron declaración ayer figura el decorador de Marbella Pedro Peña, acusado de blanquear porque presumiblemente colaboró con Roca en el lavado de más de 600.000 euros con obras de Broto, Chirino y Valdés, así como con la decoración de varios pisos piloto. Este acusado defendió la legalidad de las operaciones con el supuesto cerebro de Malaya y la legalidad de la operación que le permitió hacerse con el primer barco de Roca, Salduba II, para saldar las deudas contraídas.