El Metro de Málaga avanza en la operación rescate de los dos trozos de muralla de época nazarí encontrados bajo la Avenida de Andalucía, dentro del tramo Renfe-Guadalmedina. La catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) de ambos segmentos, el más antiguo de ellos de los siglos XII y XIII, obligan a la Consejería de Fomento a garantizar su salvaguarda 'in situ', esto es, a unos siete metros bajo tierra.

Desde el pasado 10 de noviembre, cuando se dio luz verde a la intervención que ahora se acomete, más de una decena de operarios se afana en ejecutar una estructura de hormigón y acero que servirá como una especie de jaula de protección. ¿Con qué objetivo? Con el de que cuando la obra de excavación de los tres niveles que tendrá el túnel del suburbano en esta parte de la traza avance, los hallazgos arqueológicos no sufran alteración alguna.

La previsión, según ha explicado este lunes el project manager y gerente de proyecto y obra de Metro Málaga, Miguel Ángel García Cañizares, es que toda la actuación quede completada para las primeras semanas de enero. Una de las particularidades del sistema empleado es que se utiliza un hilo de diamante para cortar la muralla en su base inferior.

Antes se ejecutan acciones mediante las que asegurar la estabilidad de los restos, una intervención que incluye, por ejemplo, la realización de hasta 56 perforaciones con un taladro de 30 centímetros a través de las cuales se introducen grandes barras de hierro que, a su vez, serán cruzadas por otra estructura de mayor dimensión.

La conjunción de todos estos elementos hace posible la consolidación de estas antiguas defensas del arrabal de Attabanim y abre el camino para que la ejecución del paso soterrado necesario para el paso futuro de los trenes del Metro sea factible.

Lo que ahora de materializa guarda lucha semejanza con lo que años atrás se tuvo que desarrollar en la Alameda Principal para evitar que la obra del túnel afectase a los muros este y oeste del Fuerte de San Lorenzo, también considerado BIC. La principal diferencia es que mientras en este punto de la Avenida de Andalucía los tramos de muralla se mantienen inmóviles, en la operativa de la Alameda fue necesario cortar las estructuras, cuyos trozos fueron, posteriormente, trasladados. Cuando se finalizaron los muros pantalla que dan forma al túnel del ferrocarril urbano, los restos fueron devueltos a su emplazamiento original.

Al tiempo que se avanza en una operación casi quirúrgica, en el plano administrativo se trabaja en la aprobación de un nuevo modificado presupuestario que dará encaje a estas actuaciones. Desde Fomento han eludido fijar el valor económico, aduciendo que el mismo tiene aún que ser objeto de negociación con las empresas contratistas del tajo, Acciona y Sando. Sí han apuntado que esa variación incluirá, además, actuaciones tendentes a mejorar la futura exhibición al público de los restos de la muralla nazarí localizada y desenterrada en Callejones de El Perchel.

El rescate de estos restos de los siglos XII y XIII es una muesca más en la larga lista de 'logros' del Metro en su estrecha relación con el pasado de la ciudad. La arqueología es protagonista en el día a día de una obra que, según las mejores previsiones, debe permitir la llegada de viajeros a la Alameda a finales de junio de 2022.