"Fue milagroso que sobreviviera teniendo en cuenta la altura desde la que cayó". El operativo formado por más de una decena de policías locales y bomberos que ayer puso a salvo a un hombre en un complicado rescate tras precipitarse el vehículo que conducía por un barranco de 70 metros sigue sin salir de su asombro. La hipótesis que se contempla es que la densa vegetación pudo amortiguar la caída.

La víctima, cada vez más débil, con un fuerte dolor en el tórax y múltiples heridas en las extremidades superiores y en la cabeza, alcanzó a coger su teléfono móvil para pedir auxilio. De otra forma, explican testigos consultados por este periódico, habría sido "imposible" localizar el coche accidentado, oculto entre matorrales. El herido, todavía consciente, pudo llamar a su hija. Sabía que había caído en un tramo que va de la zona de La Montua al cementerio de la carretera de Ojén. Desde el interior del automóvil siniestrado "solo veía pinos y tierra". 

Zona en la que rescataron al hombre

Un operario de la Sala del 092 de la Policía Local trató de tranquilizarle mientras daba con la ubicación, hasta que se agotó la batería del teléfono. "La inclinación del terreno era muy acentuada. La caída había sido muy brusca. Quizá se frenó con la copa de algún pino en lugar de con un tronco", relatan fuentes próximas conocedoras de la zona. Esa fue su suerte. 

Los servicios de emergencia tuvieron conocimiento del accidente a las 12:20. Policías y bomberos se patearon toda la zona para dar con el paradero de la víctima. "Aquello es un manchón que está lleno de arbustos, pinchos, pinos y algarrobos. Por allí no pasa nadie; no hay sendero cerca", señalan las mismas fuentes. Los agentes tuvieron que acceder a través de una casa que se encontraba a unos 130 metros de donde había caído el vehículo accidentado. Hubo que desbrozar con motosierra para crear un camino. Era la "la manera mas efectiva" para sacar de forma horizontal al conductor herido, que fue evacuado con una camilla tipo nido.

Bomberos de Marbella actúan en el lugar

Las labores de rescate se prolongaron hasta las 13:40. El dispositivo contó con una bomba urbana ligera, otra pesada, una escala, dos coches de mando y el respaldo de la unidad de drones de la Policía Local. Hubo que emplear técnicas de rescate en altura debido a que el desnivel del terreno dificultaba el acceso al turismo. "Costó mucho porque era muy difícil el acceso. Estaba todo salvaje", apostillan testigos.

Trabajaron "lo más rápido posible" para acceder hasta el lugar del siniestro. Y a contrarreloj ante la gravedad de la víctima, que parecía "estar debilitándose por momentos". Estuvo a punto de perder la conciencia, afirman las mismas fuentes, que destacan la rápida coordinación de la Policía Local con los servicios de bomberos de Marbella, clave para llegar hasta la víctima. Antes, los efectivos tuvieron que asegura el vehículo con una cinta por el riesgo de vuelco y así evitar que continuara descendiendo por el barranco. 

Rescate en altura de la víctima

Los policías que actuaron trataron de reconstruir el accidente, que pudo ocurrir después de que el conductor "se despistara, se durmiera o incluso perdiera el conocimiento antes". Y de ahí que el vehículo en el que viajaba se saliera de la vía. La víctima no recuerda lo que pasó realmente, solo que milagrosamente ha salvado su vida.