Málaga

Los plazos de la reurbanización de Carretería, en jaque por los condicionantes de Cultura

  • El departamento autonómico aprobará definitivamente el proyecto solo después de que se realice una actividad arqueológica previa 

  • La obra cuenta con financiación europea, con lo que debe estar acabada antes de que finalice el año 2023

Infografía de la transformación prevista en la calle Álamos.

Infografía de la transformación prevista en la calle Álamos.

La apuesta del Ayuntamiento de Málaga de impulsar de manera casi inmediata los trámites para licitar, adjudicar e iniciar las obras de reurbanización del eje Carretería-Álamos queda bloqueada. La posición de la Consejería de Cultura de exigir actividades arqueológicas previas no sólo afecta al posible arranque de los trabajos en la zona, sino que también aplaza la aprobación definitiva por parte del departamento autonómico del proyecto de intervención presentado por la Gerencia de Urbanismo el pasado 21 de enero.

Y con ello queda en cuestión la posibilidad cierta de cumplir con los plazos exigidos por la Unión Europea, que financia en un 80% de la operación. El programa del que se beneficia esta intervención urbana, Dusi, obliga a que la misma esté completada a lo largo de 2023. Un calendario más que ajustado si se tiene en cuenta que las previsiones manejadas por el departamento municipal es que esta actuación urbana requiera de entre año y medio y dos años.

A la espera de que la resolución de los técnicos de Cultura llegue a manos del Consistorio, tal y como adelantó Málaga Hoy el pasado 14 de mayo, el pronunciamiento inicial es positivo, pero condicionado a que se realice con carácter previo una actividad arqueológica preventiva. Un paso que obligará a Urbanismo a contratar a una empresa externa para que acometa esta labor, que no parece pueda desarrollarse en su totalidad antes de finales de año. Será en ese momento cuando, en función de los resultados, Cultura estará en disposición de afrontar la aprobación definitiva del proyecto de Carretería.

De acuerdo con las fuentes consultadas, la actuación exigida al Ayuntamiento está dividida en dos fases. La primera de ellas es de prospección geofísica, "cuyo alcance se definirá en función de la afección prevista en el subsuelo", a la que se añadirá una segunda de actividad arqueológica preventiva de sondeos arqueológicos "cuyos objetivos y alcance se definirán en función de los resultados de la primera fase".

Asimismo, indicaron que estas dos etapas tendrán que ser autorizadas por la Consejería de Cultura "con anterioridad al inicio de las obras, para lo cual deberán formularse las correspondientes solicitudes". El escenario actual frena la posibilidad de que Urbanismo vaya adelante con el procedimiento de contratación de la operación de transformación de este eje del Centro histórico de la capital, cuyo valor inicial se estima en unos 6,4 millones de euros (5 millones para la parte de Carretería y otros 1,4 para Álamos). Porque no parece previsible que el departamento municipal active un procedimiento de esta envergadura sin tener el proyecto aprobado.

"No se puede aprobar el proyecto para licitarlo porque la obligación es que antes se hagan los trabajos de arqueología, por tratarse de una zona cercana a la muralla y puede haber bastante riqueza arqueológica", explicaron las fuentes consultadas, que incidieron en que dar luz verde a ese documento sin los pasos previos reclamados "es arriesgado". De acuerdo con las fuentes, el compromiso asumido por el departamento autonómico es el de agilizar lo máximo posible los plazos para que el asunto tenga vía libre.

El proyecto diseñado por el equipo de Urbanismo, con el objetivo de rebajar las dificultades que para la circulación rodada y para el tránsito peatonal tendrán las obras, divide en siete etapas físicas y temporales el conjunto de la operación, con una media de tres meses. De este modo, cada una de ellas tendrá que estar completada antes de avanzar en la siguiente. El primero de los pasos, según el proyecto, se dará en la parte de Carretería más próxima a la Tribuna de los Pobres, incluyendo al reforma de la misma.

De acuerdo con las numerosas reuniones celebradas con colectivos vecinales y sociales del entorno del casco antiguo, la intervención sobre este espacio, icono de la Semana Santa de la ciudad, traerá consigo su renovación, aunque manteniendo en buena medida su actual esencia. La estructura sí será adaptada a la normativa de accesibilidad actual; se mantiene la instalación de un ascensor junto a la misma.

La propuesta finalmente validada mantiene el compromiso asumido con los vecinos de que no se permitirán nuevas autorizaciones para la instalación de terrazas a los negocios de hostelería del eje más allá de las dos que en la actualidad están permitidas.

La gran variación, además de la renovación de los pavimentos, se dejará notar en la reducción significativa que se hará en el espacio destinado al tráfico de paso. En este sentido, se prevé una reducción del 21% en la intensidad media diaria de vehículos (unos 6.000 vehículos actuales) por un eje que desde hace años viene funcionando como una especie de circunvalación del Centro.

Para ello, la calzada de tráfico queda reducida a un vial, ampliando la zona peatonal de 4.105 metros cuadrados a 6.216 metros. Sólo se permitirá el paso de residentes, carga y descarga y otros vehículos autorizados. Y para controlar esta restricción se instalarán cámaras de control de paso. Al tiempo, se contemplan 24 plazas de parking para bicis en Carretería y 12 más en Álamos, seis fuentes, 26 contenedores soterrados (22 en Carretería y 4 en Álamos), 139 árboles.

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