Los investigadores creen que hacía batidas de hasta 10 y 12 vehículos en una tarde o noche en busca del botín que más beneficio pudiera aportarle. El presunto ladrón, al que la Policía Local ha dado caza en Coín, había creado cierta alarma social entre los vecinos por numerosos robos registrados en apenas un mes. En uno de los últimos casos, una mujer denunció la sustracción de 1.200 euros que llevaba en el bolso que dejó en su coche. 

El supuesto autor, que siempre vestía ropa deportiva y actuaba bajo el mismo modus operandi, llegó a ser retenido en al menos dos ocasiones por testigos que lo habían sorprendido con las manos en la masa. 

El bolso de una mujer, localizado en una red social

Una de las primeras denuncias fue presentada el pasado 10 de diciembre. Ese día, una mujer relató que había aparcado su vehículo cerca de una frutería y que, al regresar, se percató de que tenía los seguros de las puertas levantados. El bolso que había dejado en los bajos del asiento del copiloto ya no estaba. Según su versión, contenía 1.200 euros, además de las llaves de un piso, documentación personal y bancaria y unas gafas graduadas. La víctima localizó al día siguiente en una red social el bolso que reconocía como suyo después de que una persona lo encontrara. Aunque pudo recuperarlo, de su interior echó en falta el dinero que aseguraba llevar dentro.

El supuesto ladrón volvería a golpear una semana después, cuando fue observado mientras manipulaba, supuestamente, la apertura de varios vehículos y los intentaba forzar, según fuentes policiales consultadas. 

Los policías locales que acudieron al lugar iniciaron una batida para localizar al ladrón y acabaron localizando a un individuo que respondía a la descripción aportada. Los agentes ya lo conocían por su presunta implicación en varios hechos relacionados con hurtos y robos. En esa ocasión, no encontraron ningún indicio que lo relacionara con los últimos episodios denunciados y lo dejaron marchar. 

Ese mismo día, dos horas después, la sala del 092 recibía otro aviso desde del puesto principal de la Guardia Civil en Coín alertando de que, en la carretera de Mijas, unos jóvenes habían retenido a un presunto ladrón que, al parecer, había forzado distintos coches y que, tras ello, se había escondido junto a uno de ellos. Apenas había transcurrido una hora cuando una mujer denunciaba también que había encontrado su coche abierto, con su interior revuelto.

No sería la última ocasión en la que el ladrón lo intentara. Unos vecinos volvieron a descubrirlo con ropa deportiva huyendo a gran velocidad de una finca. Un testigo, ante la sospecha de que pudiera haber cometido un robo, telefoneó a la Policía. Fue retenido en una zona de aparcamientos hasta la llegada de los agentes, que comprobaron que se trataba de la misma persona que ya había intentado robar en el interior de un vehículo.

El turismo que entonces había sido violentado fue encontrado con una de las ventanillas bajadas y presentaba daños. Los policías cachearon al individuo y comprobaron que en un bolsillo llevaba un cenicero de los que se colocan en el salpicadero, además de varias monedas, y que se correspondía con la denuncia presentada por el propietario.