Los robos de cobre asedian a Endesa

delincuencia El motín de los cables

La compañía eléctrica cifra en 1 millón de euros al año las pérdidas económicas · La empresa se ha visto "en la obligación" de acudir a la vía penal para hacer frente a las actuaciones de las redes que se están especializando en este terreno

Toneladas de cables de cobre en una chatarrería.
Toneladas de cables de cobre en una chatarrería.

El negocio es relativamente simple: un ladrón desmonta un tendido de cable de cobre. Después lo parte y se lo vende a un chatarrero. La fundición se lo compra y lo ofrece a las empresas que necesitan cobre. Todo un ciclo que está perjudicando a las grandes empresas como Endesa, Telefónica o la misma Renfe, tres grandes firmas que están siendo el blanco perfecto de redes y grupos que se dedican a la compraventa de este metal tan preciado.

En el caso de Endesa la situación llega a ser "dramática", según reconoce un portavoz de la compañía. Su director, Alfredo Rodríguez, pone datos a la encrucijada: 1 millón de euros al año en pérdidas económicas. "No es solo el coste del material que nos hayan robado, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el precio de las reparaciones es mayor. Hay ocasiones en las que los ladrones dejan sin suministro a una urbanización y tenemos que desplazar grupos electrógenos con el coste que eso conlleva", matiza Rodríguez.

En los últimos meses Endesa ha constatado un aumento en la cifra de robos que ha tenido su pico en junio, mes en el que sólo los daños ascendieron a 266.000 euros, cifra que no recoge los trabajos que se derivan de un robo de esta magnitud como el traslado de grupos electrógenos para la reposición del servicio. En el último trimestre, la compañía eléctrica cifra los daños en casi 400.000 euros. "Parece que los ladrones se están yendo de vacaciones a Málaga", señala el director de Endesa.

Tal es la "preocupación" de Endesa que la compañía eléctrica no ha dudado en acudir a la vía penal para denunciar este tipo de delitos. "Con esta medida queremos alertar del riesgo que conlleva cometer estas acciones. No es sólo el daño económico, ya ha habido casos de personas que han muerto manipulando instalaciones eléctricas", asegura el director provincial de Endesa.

Ante esta situación, los responsables de Endesa han mantenido reuniones con la Policía Nacional ante la "gran alarma social" que se ha generado entre la ciudadanía. En uno de los encuentros, la compañía facilitó diversa documentación videográfica y la Policía mostró los resultados de las investigaciones y operaciones llevados a cabo hasta la fecha. Muchas de las actuaciones llevadas a cabo por este tipo de redes tienen lugar, según apuntan desde Endesa, en zonas deshabitadas o apartadas.

A las cantidades ofrecidas por Endesa, además, hay que sumar las perdidas que sufren por un lado los ayuntamientos y por otro los particulares, que en muchos casos no denuncian que han sido objeto de robos. Como reconocen fuentes policiales, la Policía sigue muy de cerca la actividad de las distintas chatarrerías y desguaces malagueños, repartidos principalmente en los polígonos industriales. Este tipo de negocios deben realizar un registro diario de la compraventa que realizan. Este libro lo controlan los agentes de la Policía Nacional de forma mensual y es el primer hilo del que tiran los investigadores cuando se produce un robo relacionado con estos metales. No obstante, los chatarreros profesionales denuncian la existencia de negocios ilegales y aseguran que la mayoría de los ladrones no acuden a las plantas de recuperación oficiales, donde deben cumplir los requisitos legales antes de comprar el material.

En cuanto a la labor policial para atajar este tipo de delincuencia, la mayoría de los arrestados por robar cobre son interceptados cuando trasladan el material sustraído a algunas de las chatarrerías en las que se compra este metal, aunque en algunas ocasiones llegan a ser sorprendidos in fraganti. Para ello la colaboración ciudadana se ha demostrado como un medio muy eficaz para localizar a este tipo de ladrones cuando se encuentran en plena faena. Se han dado casos en los que los particulares han alertado a la Policía precisamente cuando han sufrido algún tipo de corte de luz o de telefonía.

Desde que comenzó la crisis hace cuatro años y, con ella, el aumento de robos de cobre, los cuerpos de seguridad han detenido a un total de 11.800 personas en España. Han recuperado 625 toneladas del material robado, lo que supone 107 kilómetros de cobre y un valor en el mercado de casi cuatro millones de euros.

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