Un no rotundo a la pérdida de una clase

La previsión del cierre de una unidad de 4 años ha movilizado a los padres del colegio de Infantil Altabaca, que han entregado a la Junta más de 3.000 firmas en contra de este recorte

La presidenta del AMPA, Marina Parada, y la tesorera, Lola Moral, en el patio del colegio de Infantil Altabaca.
La presidenta del AMPA, Marina Parada, y la tesorera, Lola Moral, en el patio del colegio de Infantil Altabaca.
Cristina Fernández Málaga

08 de junio 2015 - 01:00

Funciona desde hace décadas, su trayectoria habla muy bien del centro y los padres del colegio de Infantil Altabaca no quieren que esta calidad desaparezca. Hace unas semanas tuvieron conocimiento de que la Delegación de Educación planea cerrar una unidad en 4 años y transformar las tres que tienen en dos. Eso implicaría pasar de los 18 y 19 alumnos por clase a 28 por aula y perder a una maestra. Ante esto, las familias gritaron su no rotundo e iniciaron una campaña de protestas y recogida de firmas en contra del recorte. Ya han registrado más de 3.000 apoyos, a los que hay que sumar los más de 2.000 de las dos plataformas digitales que han abierto.

Desde la Junta aseguran que hasta que no esté cerrado el periodo de matriculación no se tomará una determinación y que habrá que esperar, al menos, hasta el 10 de junio. Pero el AMPA afirma que el programa Séneca no deja al centro registrar las solicitudes de cinco niños que han pedido este colegio para cursar 4 años y han sido trasladados al Manuel Garvayo. "Aquí han autorizado tan sólo 50 plazas en segundo de Infantil y ya hay 56 niños, por lo que no dejan entrar a alumnos que lo han solicitado", comenta Marina Parada, presidenta de la asociación de padres, que no entiende por qué si el centro tiene la infraestructura y la demanda para no cerrar una unidad -con cinco alumnos más abría 20 y 21 niños en clase- se tome esta decisión.

"Implica masificación, estamos hablando de clases pequeñas que no están preparadas para 29 niños", agrega Parada. También hace hincapié en la edad de los escolares y en las dificultades de trabajar con ellos siendo diez más en la misma aula. "Tenemos constancia de que hay colegios con 12 ó 13 niños y no se cierran las aulas", dice también Lola Moral, tesorera del AMPA. "No nos parece justo que a un colegio que funciona bien se le quite un aula por un año que haya tenido menos alumnos, así no se le de la oportunidad de entrar a familias que lo están solicitando", agregan las responsables de la asociación.

Esta decisión de Planificación, aunque aún no esté cerrada, les ha pillado de sorpresa porque durante este presente curso no se tomó esta medida a pesar de ser la misma cantidad de alumnos. "Los números les salen, cumplirían la ratio aumentando ese 10% que se les permite, y les da igual todo", se queja la presidenta del AMPA. "Es una cuestión de recortes, está clarísimo, después de un año mantenida no se nos pasaba por la cabeza que la quitaran ahora, que dividan a los niños y los separen de sus compañeros", agrega Parada.

La profesora que el año que viene se incorporaba al colegio Altabaca como destino definitivo no sabe aún cuál será su futuro si desaparece esta unidad. Por ella, por los que no pueden entrar y, sobre todo, por sus hijos, han iniciado una batería de protestas que no están dispuestas a parar hasta que dejen su colegio tal y como viene funcionando desde siempre. "Para mí es un paso atrás, nos dejamos que nos quiten las cosas y no protestamos", dice la presidenta del AMPA. Desde la asociación están organizando una nueva concentración tras la manifestación en la puerta del centro del pasado martes. Esta vez será en la sede de la Delegación de Educación.

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