La segunda generación de empresarios chinos lidera su expansión comercial

Tiendas especializadas en moda, gestorías, grandes superficies, peluquerías o cafeterías irrumpen cada vez con más fuerza en el paisaje comercial de los barrios · "Es una invasión", aseguran los comerciantes malagueños

La dependienta de la tienda N&B muestra una de las blusas que se pueden comprar en este negocio.
Javier Cintora / Málaga

16 de agosto 2011 - 01:00

Irene Zham tiene 23 años y llegó a Málaga con solo 9. Ha superado la barrera del idioma con la que todavía tienen que lidiar sus padres y ya es la encargada de una tienda de moda especializada en ropa. Es uno de los ejemplos más claros de cómo la segunda generación de empresarios chinos está cambiando la tradicional visión comercial que les unía a los bazares. Wu Naibo, presidente de la Asociación de Bazares de España y propietario de N&B (otra tienda especializada en ropa en la calle Cuarteles), asegura que algo está cambiando en la comunidad china: "Antes sólo abríamos restaurantes y bazares y ahora, en cambio, hay de todo. Los hijos de los primeros empresarios chinos que llegaron a España son los que están protagonizando esta pequeña revolución comercial".

En la tienda de Naibo uno no tiene la sensación de encontrarse en un tradicional negocio chino si no fuera por sus dependientas. La ropa está perfectamente ordenada en las estanterías y su colección perfectamente podría confundirse con la de cualquier tienda del imperio de Amancio Ortega. "Todo es fruto del trabajo, de mucho trabajo", señala Naibo. Pese a ello, el máximo representante de los bazares españoles asegura que el sector, como todo el tejido productivo de la provincia, está sufriendo las consecuencias de la crisis económica. "La situación es muy mala y existe una gran desconfianza. Por el momento no tenemos previsto abrir otro comercio", asegura.

Un simple paseo por los principales barrios refuerza la teoría de Naibo. Restaurantes, cafeterías, gestorías administrativas, peluquerías... "Es una invasión", asegura el presidente de la Federación de Comercios de Málaga, Enrique Gil, que, no obstante, matiza que en la mayoría de las ocasiones se ajustan a la legalidad imperante: "Cumplen con los horarios y la competencia es legal".

En ese terreno Guo Guan Zheng es todo un experto. Es el propietario de la cadena Wok Directo y uno de los primeros empresarios chinos que se asentó en la capital. Al igual que Naibo, defiende que el florecimiento empresarial está unido a esa segunda generación de chinos: "Antes sólo había restaurantes y bazares, ahora la oferta es mayor". A su juicio, el motivo es fácil de explicar: "El chino que monta un negocio aguanta hasta el final y hasta que ya no puede tirar para adelante no cierra el negocio. Va en su constitución. Por eso hay tantos restaurantes chinos que todavía no han cerrado pese a los efectos de la crisis económica. A lo mejor no ganan mucho dinero, pero prefieren aguantar", subraya Zheng.

Hong Fu es el encargado de una asesoría jurídica ubicada en la Avenida de Andalucía, justo enfrente de la Comisaría Provincial. Su emplazamiento lógicamente no es casual. "Atendemos a muchos compatriotas que vienen a solucionar trámites con la Policía y también facilitamos toda la documentación relativa a los contratos de alquiler", señala Fu, que abrió su negocio hace ya cinco años con su mujer. Como el resto de sus compatriotas se lamenta de las consecuencias de la crisis económica: "Por un lado es cierto que cada vez se están abriendo más negocios especializados, pero también le puedo decir que muchos compatriotas se están marchando a China porque aquí las oportunidades son cada vez menores y existe mucha competencia", afirma Fu.

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