Una simple imitación contra las palomas

Harto de las molestias que ocasionan los centenares de palomas que ensucian calles y edificios del centro histórico de la capital, a algún comerciante de la zona ha decidido por su cuenta intentar disuadir a la gente que las alimenta colocando carteles en los que se recuerda a los ciudadanos que esta práctica está totalmente prohibida.

Todo quedaría en una mera anécdota si no fuera porque el autor de estos anuncios ha falsificado el escudo del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga para así parecer más creíble.

"Prohibido alimentar palomas en vía pública". Es la escueta frase que aparece en uno de los carteles que alguien ha colocado en la céntrica Plaza de Félix Sáenz de la capital donde cada día se concentran un gran número de palomas.

A simple vista no se nota demasiado que se trata de una barata imitación de un anuncio oficial, pero basta con acercarse para comprobar que poco tiene que ver con el escudo real.

Pero los responsables el área de Medio Ambiente no tenían ni idea de esta supuesta campaña de concienciación impulsada al parecer por ellos mismos. Tras varias averiguaciones, llegaron a la conclusión de que podía tratarse de la iniciativa de alguno de los comerciantes de la zona que en las últimas semanas ha solicitado ayuda para acabar con las palomas que revolotean continuamente por el entorno de esta plaza. Aunque nadie conoce realmente la identidad de este imitador.

La idea era buena pero la verdad es que su impacto ha sido bastante escaso. Rafael acude todos los días, bolsa de pan en mano, a dar de comer a todas las palomas que se encuentra a su paso a pesar de que es consciente de que está prohibido hacerlo. Argumenta que "me da lástima tirar la comida que me sobra y de esta forma lo aprovechan los animales".

Prácticamente a diario hace la misma ruta y no hay plaza del centro histórico que se deje atrás. Los hosteleros de la Plaza de las Flores, por ejemplo, ya están más que acostumbrados a verlo por allí pero poco pueden hacer para disuadirlo.

Allí la concentración de palomas se ha convertido en un auténtico problema. Se suben a las mesas mientras los clientes están comiendo e, incluso, llegan a tirar vasos y platos al suelo cuando acuden en masa en busca de las migajas que han quedado sobre las mesas.

Sin ir más lejos, Álvaro Fernández, responsable del restaurante Tapa´s Bar que hay en esta céntrica plaza, señaló que ayer las palomas rompieron tres vasos y dice estar desesperado con la situación. "Hay clientes que les da comida a pesar de que tenemos un cartel en el establecimiento que lo prohibe expresamente y otros sin embargo no quieren ni que se les acerque".

Pero no siempre hay tantas, depende de las semillas que haya en las naves de almacenaje del puerto. "Porque eso sí es una fuente inagotable de alimentos para ellas", señaló.