Síntomas y cómo actuar ante la picadura de los dragones azules

De color azul brillante, cuya alimentación se basa en medusas, los dragones azules son un tipo de babosa de mar, que se ha avistado recientemente en las costas españolas. Este animal de pequeño tamaño e invertebrado se mueve flotando boca abajo. Su color azul lo camufla, protegiéndolo de especies depredadoras. Es habitual que habiten en océanos de aguas templadas y tropicales. Ocasionalmente, estos animales llegan a las costas arrastrados por las corrientes o el viento. El aumento de la temperatura del Mar Mediterráneo podría acercarlo a las playas malagueñas, hace unos años fue avistado en las de Valencia e Islas Baleares.

Aunque este animal limpia los océanos de medusas, animal que provoca picaduras a los bañistas. El dragón azul también produce picaduras, que pueden ser muy dolorosas. A modo de protección sueltan un veneno, que es el que produce la punción, y si no se trata correctamente podría extenderse.

Síntomas de las picaduras de los dragones azules

Los síntomas de las picaduras de los dragones azules son dolor intenso, enrojecimiento y aparecen ampollas. También provoca náuseas, vómitos, y en pocas ocasiones, reacciones alérgicas.

El dolor que provoca la picadura de este animal es comparable al que puede producir las medusas.

Qué hacer ante una picadura

Ante una picadura de dragón azul, se debe evitar tocar la zona, pues se puede extender el veneno. Hay que lavar la piel afectada con agua salada y retirar los tentáculos del animal con una pinza. No se debe hacer con agua dulce porque podría dar efecto rebote.

Para reducir la inflamación, aplicar en la picadura paños de agua fría. Si el dolor persiste, se recomienda acudir a un médico. No hay casos anteriores de riesgo de muerte por esta picadura, pero puede afectar con gravedad y es mejor prevenir.

Probabilidades de que llegue el dragón azul a las playas de Málaga

El último caso reportado de avistamiento de este animal en territorio español fue en Lanzarote, en el Océano Atlántico. Aunque en 2021 se registró en el mar Mediterráneo, en Alicante y las Islas Baleares.

El aumento de la temperatura del mar, que en Málaga ha dejado muestras de especies tropicales en los últimos tiempos, así como los cambios de corrientes, favorecerían la llegada de los dragones azules a las costas andaluzas. Así como el aumento de las calaveras portuguesas, especie de medusa que forma parte de la alimentación de este animal.