Tercera jornada de la Comic Con San Diego Málaga 2025: colapso, reclamaciones y diversión

Como diría cualquier buen friki: “Que la Fuerza te acompañe… y aguante al menos hasta mañana, que es el último día”.

Norman Reedus, en la Comic-Con

Colas en el Palacio de Ferias. / Javier Albiñana

27 de septiembre 2025 - 20:47

La tercera jornada de la Comic Con San Diego Málaga 2025 empezó como una prueba de resistencia. Desde primeras horas, miles de personas se agolpaban frente al Palacio de Ferias y Congresos con la misma impaciencia que los fans de Dragon Ball esperando a Freezer. Aquí no había combates épicos ni Saiyajins, solo gente bajo el sol mirando las puertas cerradas como si fueran la entrada a la Cámara de los Secretos de Hogwarts, mientras tras la cristalera se podían ver constantes hojas de reclamaciones bailando por en mostrador de información por motivos varios: desde las esperas a los cambios de horario y otros aspectos, como si la organización intentara mantener cierto orden ante tanta expectación.

La apertura era lenta y la tensión crecía con cada minuto. Niños con orejas élficas, adultos disfrazados de superhéroes y algún Stormtrooper derritiéndose en su armadura compartían la misma sensación: atrapados en un bucle interminable. Algunos golpeaban el suelo con espadas láser, otros refunfuñaban, mientras unos pocos improvisaban openings de anime o comparaban la espera con las puertas de Jurassic Park: “Están ahí, se oyen los rugidos, pero no nos dejan entrar”. La cola se transformó en una especie de comunidad temporal de frikis, mezcla de frustración y complicidad. Y ahí empezó el colapso: empujones, exclamaciones de impaciencia y personas tratando de abrirse paso mientras otros quedaban atrapados, convirtiendo la espera en un verdadero desafío físico y emocional.

'Cosplay', pasión y “sí quiero”

Al fin, al entrar, el Palacio desbordaba energía, pero aún así el goteo era incesante y demasiado lento para los entusiastas. En la entrada principal, se produjo un embotellamiento de personas que bloqueó parcialmente los pasillos, provocando impaciencia y algún que otro resoplido entre quienes querían avanzar rápidamente hacia los stands y las actividades. Lo primero que impactaba era la cantidad y calidad de los cosplays: Spiderman, guerreras de anime, personajes de videojuegos recreados con un nivel de detalle impresionante. Avanzar entre tanta gente era toda una odisea, pero pocos parecían quejarse. Los niños señalaban emocionados a sus héroes favoritos, mientras los adultos compartían risas, fotos y admiración.

Por la tarde, el concurso de cosplay se llevó gran parte de la atención. Varios ganadores por categorías brillaron con capas ondeando, pelucas imposibles y trajes que parecían sacados de Marvel, DC o los universos más fantásticos del anime. Pero la jornada alcanzó su punto más emotivo con una pedida de matrimonio tras el concurso: una pareja disfrazada de Tanjiro Kamado y Sakonji Urokodaki (Demon Slayer) subió al escenario y selló su compromiso ante el público. La organización les regaló entradas para la Comic Con 2026, convirtiendo el momento en un “sí quiero” épico donde ficción y vida se encontraron.

Cada cosplayer era un pequeño “sí quiero”: “Sí quiero ser Batman, sí quiero Sailor Moon, sí quiero recrear un personaje al detalle y compartirlo con otros que lo entienden”. Esa esencia convirtió los disfraces en algo más que ropa: eran universos enteros que sus creadores habitaban.

Norman Reedus y The Walking Dead

Uno de los mayores atractivos del día fue la llegada de Norman Reedus, famoso por su papel de Daryl Dixon en The Walking Dead. Su presencia provocó una euforia inmediata de punta a punta del Palacio de Feria y Congreso: los fans se agolparon a las puertas de la sala de prensa para verlo, hacerse fotos y conseguir firmas. La emoción era palpable y su visita se convirtió en uno de los grandes momentos del día, aunque no faltaron empujones y una congestión en la entrada que obligó a la seguridad a reorganizar la fila y calmar la impaciencia general.

Norman Reedus. / Javier Albiñana

Entre empujones, calor y entusiasmo

El Palacio estaba repleto y moverse era casi imposible. En muchos pasillos “no entraba ni una hormiga”, y el calor y los empujones sumaban dificultad a la experiencia. Aun así, nadie parecía quejarse demasiado. Entre risas, charlas y fotos, la gente disfrutaba de cada detalle, eso sí, sin poder dejar a un lado las múltiples hojas de reclamaciones por temas diversos en el mostrador de información.

La variedad de actividades era enorme: talleres, charlas, concursos y photocalls, con opciones para todos los gustos. Las colas se mantuvieron como protagonistas, pero también lo hizo la complicidad y el espíritu friki que convierte cada espera en una pequeña aventura compartida.

La esencia de la Comic Con

Entre colas interminables, cosplay deslumbrante y la visita de Norman Reedus, la tercera jornada, y más esperada por la alta expectación de gente, actividades e invitados de la Comic Con San Diego Málaga 2025 mostró también parte de su mejor cara: paciencia, pasión, ilusión y comunidad. Al final del día, la salida del Palacio se convirtió en un último colapso de personas, con impaciencia, empujones y murmullos mientras todos trataban de salir y continuar su experiencia fuera del evento, junto a las múltiples hojas de reclamaciones por motivos varios. La pedida de matrimonio, los disfraces imposibles y los vítores en el Hall M dejaron claro que el evento no es solo entretenimiento, sino un espacio donde ficción y vida real conviven sin diferencia entre ellas.

Incluso con calor, aglomeraciones y empujones, todos compartían la misma sensación. Y como diría cualquier buen friki: “Que la Fuerza te acompañe… y aguante al menos hasta mañana, que es el último día”.

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