Málaga

El tiempo en Málaga: el sol seguirá acompañando este fin de semana

Ambiene en las playas de Málaga en la recta final de enero.

Ambiene en las playas de Málaga en la recta final de enero. / Javier Albiñana

La provincia de Málaga seguirá instalada en esta especie de primavera adelantada que tanto parece gustar a los turistas, pero que mosquea a muchos malagueños, más preocupados por la falta de lluvias que por ponerse el bañador en enero. Lamentablemente, la suerte sonríe a los primeros y el sol seguirá mandando este fin de semana, con temperaturas bastante altas, así que seguro que se vuelven a repetir las imágenes de estos días en las playas.

Así, habrá un tiempo totalmente anticiclónico durante el fin de semana, según la previsión que hace la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que espera máximas de 22 grados para el sábado y de 20 el domingo. Se trata de valores anómalos que siguen estando unos 2 grados por encima de lo normal para esta época del año, después de días en los que los termómetros se han disparado en la provincia entre 6 y 10 grados más de lo habitual.

Según ha explicado el director del Centro Meteorológico de Málaga, Jesús Riesco, parece que esto es lo que nos espera para lo que queda de mes de enero. "El tiempo estable continuará toda la semana que viene, aunque el anticiclón no será tan potente como el de estos días", ha señalado.

De forma que enero se despedirá con calor, sol y sin nada de lluvias. De hecho, Riesco ha avanzado que no se esperan precipitaciones en lo que queda de mes y que "muy probablemente", tampoco las tendremos en la primera semana de febrero. "La semana va a ser más cálida y totalmente seca", ha apuntado.

El sol seguirá acompañando a Málaga este fin de semana. El sol seguirá acompañando a Málaga este fin de semana.

El sol seguirá acompañando a Málaga este fin de semana. / Javier Albiñana

Episodio de calor inédito

¿Es posible este episodio de calor inédito en pleno mes de enero? Para comprender esta situación hay que tener en cuenta dos factores: el primero, un anticiclón en superficie que favorece cielos despejados, viento en calma y mucha radiación solar (los rayos calientan el suelo y el aire, elevando la temperatura), además de actuar como barrera frente a las borrascas y precipitaciones. 

El otro factor, en palabras de Marcelino Núñez, portavoz de Aemet, es una dorsal muy potente en capas altas de la atmósfera, es decir, una estructura o patrón atmosférico asociada con la estabilidad a nivel medio de la atmósfera, a unos 5 km, y que "potencia" el efecto del anticiclón. En este episodio, ambos componentes, anticiclón y dorsal, tienen mucha presión.

El meteorólogo destaca, como hecho curioso, que en las latitudes en las que se enmarca la Península Ibérica, los anticiclones más potentes son típicos del invierno, a pesar de que estos se suelen asociar con sol, calor y por tanto con el verano.

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