Los trabajadores de Limasa de Los Ruices dicen que se les obligó a aceptar una reducción de jornada

Dos trabajadores de la empresa mixta de limpieza de Málaga, Limasa, que prestan su servicio en el Centro Ambiental de Los Ruices (CAM) han declarado este jueves ante la jueza que se les obligó a aceptar una reducción de jornada en el proceso de conversión de sus contratos de eventuales a fijos. Por parte de la dirección de la sociedad, se ha negado que se les amenazara.

Así lo han puesto de manifiesto en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Social número 12 de Málaga por la conversión de los contratos de eventuales a fijos de 42 de 71 trabajadores del CAM, a los que no se les hizo a jornada completa -35 horas semanales-, sino se les redujo primero siete horas y luego, otras tantas, hasta 21 horas semanales.

Para los abogados de los sindicatos, se trata de un conflicto colectivo, y así han planteado la demanda. Sostienen que los trabajadores fueron obligados en octubre de 2013 a aceptar un cambio en sus condiciones de trabajo, que suponía reducción de horas y salario, dentro del proceso de conversión de sus contratos de eventuales a fijos, instado por la Inspección de Trabajo.

De hecho, los dos trabajadores que han declarado han sostenido que en una reunión se les puso por parte de la dirección de la empresa esta condición para seguir trabajando; incluso, han llegado a decir que se hizo "bajo amenaza". El presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, ha declarado que todos los trabajadores tenían antes jornada completa, mientras que Limasa sostiene que no.

Asimismo, los sindicatos consideran que hay una "discriminación galopante", porque en ese grupo de 42 trabajadores hay 22 mujeres, que supone prácticamente todas las que prestan servicio en Los Ruices -excepto dos que son directivas- y que entraron en virtud de un convenio con el Área de la Mujer del Ayuntamiento de la capital para personas con riesgo de exclusión social.

El que estén todas las trabajadoras, para los sindicatos, "no tiene argumento" ni se ha explicado hasta ahora por parte de la empresa, como tampoco lo ha hecho con la selección de estas 42 personas. Los empleados que han declarado han apuntado que en la bolsa había mujeres afectadas que estaban por encima de hombres a los que se les ha hecho jornada completa.

Así, los representantes de los empleados entienden que se ha vulnerado el derecho de los trabajadores y que no se puede justificar la reducción de jornada y de salario en una bajada del volumen de trabajo; "al revés", han manifestado, se han contratado a eventuales para hacer ese trabajo e, incluso, se ha cubierto "forzándonos la máquina".

Empresa

Por su parte, la empresa niega la mayor. Se opone a que sea considerado un conflicto colectivo porque no existe homogeneidad en las circunstancias de los trabajadores y rechaza coacciones o mala fe a la hora de hacer la transformación de los contratos. Es más, el director de Recursos Humanos de Limasa ha declarado, a preguntas de la jueza, que en esa reunión "no fue o firmas o te vas".

No obstante, sí ha reconocido que, tras la negativa inicial de los empleados a aceptar la reducción, la intención era seguir con esa idea porque es la empresa la que fija la jornada. El abogado ha apuntado que esta medida se tomó por la delicada situación económica en esos momentos de crisis y porque había bajado la actividad tras modernizarse el CAM en un 14 por ciento.

Asimismo, la empresa ha señalado que hubo "una discriminación, sí, pero positiva" respecto a las mujeres, aludiendo a ese acuerdo firmado con el Ayuntamiento; y ha respondido que fue la Inspección de Trabajo la que eligió los contratos. El responsable de Recursos Humanos ha explicado que la selección fue en función de dónde prestaban servicio y de las necesidades de producción, no de si era hombre o mujer.