Málaga

Cuando el trabajo se puso del revés

  • El modelo de presencialidad impuesto hasta la llegada del Covid ha pasado a híbrido

  • La pandemia provoca que los trabajadores exijan flexibilidad horaria incorporando teletrabajo

Trabajadores en `Coworking Málaga Centro´

Trabajadores en `Coworking Málaga Centro´ / Javier Albiñana (Málaga)

El premio al trabajador del mes ya no lo va a conseguir el empleado que se va, echa las llaves y apaga la luz. La forma de trabajar está cambiando, es una realidad, “nos hemos dado cuenta de que no es necesario ir a una oficina para estar ocho horas delante de la pantalla examinando datos”, afirmaban expertos de la consultora inmobiliaria española CBRE.

Los lugares de trabajo se empiezan a transformar en puntos de encuentro personales, los hogares adquieren rasgos de oficina, las barreras geográficas se diluyen y se replantean los protocolos de las reuniones, todo esto en busca de un objetivo común: conseguir una mayor eficiencia en el trabajo que desemboque en un aumento de la calidad de vida personal. La pandemia ha metido la quinta marcha a este proceso de cambio cuando trajo consigo el temido teletrabajo “sí o sí”, que ha quedado convertido en: “un par de días de teletrabajo, por favor”.

Según datos de CBRE, el modelo elegido de presencialidad es el híbrido, combinando tres días de trabajo en la oficina con dos días de trabajo en casa, el cual además de proporcionar ventajas a los trabajadores, permite a la empresa invertir menor cantidad en inmueble, ya que los puestos pueden ser rotatorios. Según un informe del integrador tecnológico internacional Grupo Econocom, el 94% de los trabajadores indican que una de las principales ventajas del teletrabajo son el tiempo ahorrado y un 87% afirma que otro de los destacados beneficios es el dinero que ahorran.

Esta transición provoca que los espacios flex o flex offices se hayan convertido en lugares idóneos para cubrir las necesidades de los trabajadores que se suman a esta nueva corriente; de hecho según el Estudio de Crecimiento Global del Coworking, se estima que 2021 se hayan creado 20.000 nuevos espacios de este tipo y que en 2024 se superen los 40.000. Estos espacios, como son los coworking, ofrecen la posibilidad al trabajador de poder decidir dónde realizar su trabajo.

Es el caso de Elisa Huertas, autónoma dedicada a la asesoría fiscal y a la contabilidad a través de teletrabajo. Ella lleva alrededor de siete años ejerciendo desde diferentes coworkings de la ciudad de manera simultánea. “Mi trabajo ofrece libertad de horarios y de lugar, trabajar en una oficina fija me arrebata esa ventaja”, explica la asesora quien asegura que no podría volver a trabajar en una oficina fija.

Elisa reside en las afueras de la ciudad y combina el trabajo en el coworking de su pueblo, Alhaurín de la Torre, el trabajo en casa y el trabajo en diferentes coworkings del centro histórico. La autónoma comenta que decidió trasladarse a estos espacios para romper con la monotonía de trabajar sola sin renunciar a la necesidad de ir cambiando de ámbitos.

“Me gusta la autonomía de no tener que decidir hasta el mismo día dónde voy a trabajar”, comenta Elisa quien explica que es muy sencillo reservar una plaza en cualquier coworking de la ciudad. Durante varios meses, estuvo trabajando en los espacios de la compañía The Living Room, los cuales poseían antes de la pandemia dos inmuebles a los que se podía asistir pagando únicamente una cuota, por lo que se ajustaba a la preferencia de Elisa de ir combinando diferentes lugares de trabajo.

Trabajadoras en coworking Trabajadoras en coworking

Trabajadoras en coworking / M.H. (Málaga)

Es en el Coworking Málaga Centro donde Alfonso Ochoa, socio fundador y CEO de la empresa proveedora de contenidos de e-learning en el ámbito de la formación profesional, Hábilon, comenta cómo su experiencia durante más de diez años en el sector provocó la ruptura con el sistema tradicional de trabajo y la implantación de nuevas prácticas. La empresa, desde sus inicios en 2019, ha desarrollado su actividad en espacios flex, haciendo uso del trabajo en el hogar y proporcionando una flexibilidad horaria a sus trabajadores.

El fundador comenta que tenía claro que este era el modelo que quería implantar y que la pandemia llegó como agua de mayo. Por otro lado, la naturaleza de la empresa y su presencia en el mercado latinoamericano exige cierta acomodación al cambio horario, diferentes ritmos de trabajo y desvirtúa el espacio físico, otro de los motivos por los que la organización decidió acogerse al modelo vanguardista de negocio.

“Era difícil la relación virtual con la clientela latinoamericana antes del Covid-19 debido a su cultura, ahora se ha facilitado”, comenta Alfonso mientras explica que a veces le sorprende la manera en la que se cierran negocios sin haber tenido un contacto cara a cara, sin que surja ningún impedimento.

Con el caso de Alfonso se esclarecen las ventajas que proporcionan estos establecimientos a los emprendedores, ya que pueden invertir en inmuebles de manera escalonada sin hacer una gran inversión inicial. Para esta empresa, los coworkings no se plantean como espacios pasajeros para su fase de crecimiento, sino que pretenden continuar a largo plazo con esta manera de operar, ya que consideran que tener una sede fija aporta más desventajas que beneficios.

“Seguiremos creciendo en esta línea para lograr que sea el lugar el que se adapte al trabajador y no el trabajador el que se tenga que adaptar al medio”, asegura el CEO. Por otro lado, explica que además de proporcionar ventajas a los trabajadores, él puede percibir, como jefe de equipo, que proporcionar esta flexibilidad provoca que los empleados muestren un mayor compromiso con la organización.

La empresa planea su crecimiento a medio plazo adquiriendo un mayor número de plazas de coworking en las localidades que se requieran y a largo plazo mediante la adquisición total de este tipo de espacios en diferentes lugares de la geografía española.

Hábilon cuenta con un equipo de trabajo en Málaga y otro en Granada, además de colaboradores esporádicos de todo el país. El fundador explica que la deslocalización actualmente no presenta ningún inconveniente, sino una oportunidad para incorporar buenos profesionales y que para ellos, poseer un sitio propio para atender a los clientes en Málaga no supondría ningún beneficio.

Otro de los cambios radicales que ha experimentado el concepto de empresa es que se ha desvalorado la necesidad de tener que proporcionar un espacio fijo de trabajo para cada persona y el prestigio que el inmueble aportaba.

Es por esto por lo que las empresas optan por la adquisición de espacios cada vez mayores, para ser usados como salas de reuniones, espacios para fomentar el trabajo en equipo o incluso para convertirlos en zonas de ocio. De esta manera, la demanda de oficinas de más de 100.000 metros cuadrados ha aumentado 27 puntos en el último año según el informe del tercer trimestre de 2021 del Mercado de Oficinas de Málaga de CBRE.

La revolución del teletrabajo ha llegado para quedarse y permite incorporar hábitos impensables hace algunos años como ausentarse del trabajo en ciertos momentos para salir a correr; tal y como nos cuenta Elisa “cuando siento que no estoy siendo productiva dejo de trabajar y me voy a hacer deporte, después retomo la actividad y mejora el rendimiento”.

Trabajar desde casa rompe con la antigua realidad de pasar días enteros en la oficina cuando la cantidad de trabajo apretaba, de esta manera, los trabajadores de Hábilon suelen no ir al coworking cuando tienen mayor volumen de actividad para evitar perder tiempo en los desplazamientos. Mariló, responsable del departamento de contenidos de la empresa comenta que ella tarda alrededor de hora y media en ir y volver, por lo que prefiere trabajar desde casa cuando debe ser más productiva para invertir ese tiempo en la tarea

El teletrabajo, aún en cifras por encima de la prepandemia

Según los datos del INE, entre el segundo trimestre de 2020 respecto al de 2021, ha descendido la tasa de personas que trabajan desde casa. Aún así, la cifra se sigue encontrando a niveles más altos que antes de la pandemia cuando el 5% de los trabajadores escogían la modalidad del teletrabajo, frente al 15% que opera actualmente de esta manera.

Dentro de este grupo, destaca que el perfil más abundante lo cumplen las mujeres entre 35 y 44 años, ya que claramente facilita la conciliación laboral. La responsable del departamento de contenidos de Hábilon, la cual también es madre, nos explica que el teletrabajo le ha permitido gestionar de mejor manera el tiempo que le dedica a sus hijos y que no ha afectado a su rendimiento.

"Considero que con el teletrabajo la calidad de mi ejercicio laboral no varía y mejora mi calidad de vida”, nos cuenta. Elisa Huertas explica que al estar separada y tener custodia compartida, el teletrabajo le permite quedarse cerca del colegio de sus hijos y no tener que desplazarse al centro de la ciudad cuando debe hacerse cargo de ellos.

El Covid ha pasado por nuestras vidas arrebatándonos horas, compañía, salud y en el peor de los casos, seres queridos, pero también ha aportado lecciones que ni el mejor maestro hubiera podido si quiera reflexionar sobre ellas, aunque tal y como se presentan los datos, parece que el virus cogió el gusto de pasar las Navidades con nosotros.

El caso es que no sabemos si saldremos, si estamos saliendo o si nunca vamos a salir, por lo que se hace más enrevesado saber si hemos salido mejores o peores, lo que no se puede negar es que no somos los mismos y que el trabajo es uno de los ámbitos que más se ha revolucionado.

Este nuevo concepto de ejercer profesionalmente no queda exento de ser un proceso novedoso y por lo tanto, no se pueden obtener métricas de si resulta verdaderamente beneficios o no. Sin embargo, parece evidente que el cambio atiende a las necesidades de una sociedad que dedica una media de 36 horas semanales al trabajo, en la que el crecimiento de familias monoparentales sigue una tendencia ascendente desde 2013 y en la que ha aumentado la conciencia acerca de problemas medioambientales y del impacto del cambio climático.

Además, hay que tener en cuenta que las generaciones venideras han crecido en la era de las pantallas y en el auge de un movimiento feminista. Por lo que se puede visualizar que el nuevo modelo de trabajo no pretende revolucionar el sector de las empresas para conseguir beneficios trascendentales, únicamente pretende armonizarse con las demandas sociales actuales, sin demostrar grandes pretensiones más que facilitar el día a día de los que forman parte de estas empresas.

Trabajar menos para trabajar mejor, de esta manera se podría resumir el panorama al que nos referimos, y, si esto se hace posible, el humilde objetivo que persigue la instalación del cambio se convertiría en un referente estilo de vida.

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