Tráfico 'caza' a un conductor a más de 200 km/h en una autovía de Málaga: "Cualquier imprevisto a esa velocidad puede suponer una tragedia"

La escena, grabada desde el aire por el helicóptero que patrulla desde el cielo las carreteras españolas, dura apenas un minuto y veinticuatro segundos. Basta observarla para comprender el riesgo. Un turismo de color blanco avanza a una velocidad desorbitada por una autovía de Málaga, superando los 200 kilómetros por hora una y otra vez. El conductor circula ajeno -o no- al riesgo que supone para sí mismo y para los demás, devorando el asfalto tramo a tramo.

El vídeo, difundido este sábado por la Dirección General de Tráfico (DGT) en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter), poco antes del mediodía, se acompaña de una advertencia: "Cualquier imprevisto a esa velocidad puede convertirse en tragedia".

Las imágenes, que han sido captadas por uno de los helicópteros de la Unidad de Medios Aéreos (UMA), muestran cómo el vehículo sobrepasa a otros cinco y se desplaza de un carril a otro sin aparente necesidad, maniobrando con temeridad. La secuencia refleja con nitidez la imprudencia del conductor. En apenas unos segundos, el contador marca velocidades que superan el límite permitido en autovía. No hay tráfico denso, pero el riesgo es evidente: una mera distracción, un reventón o un movimiento brusco bastarían para que el desenlace fuera fatal. El contador digital del sistema de vigilancia no deja lugar a dudas: el exceso es constante.

Los helicópteros de la UMA son los ojos de Tráfico en el cielo, los cazas del aire, capaces de registrar estas imprudencias sin ser detectados. Equipados con cámaras de alta precisión y sistemas que permiten calcular la velocidad de los vehículos a gran distancia, se han convertido en una pieza esencial para la vigilancia y la seguridad vial. Su función es, según el organismo, doble: controlar y prevenir.

Estos equipos de vigilancia patrullan distintos puntos del país, sobre todo en tramos donde se han observado conductas peligrosas o concentraciones de tráfico. Su presencia, aunque discreta, es constante. Y su objetivo, según la DGT, no es solo sancionar, sino remover conciencias a los conductores y advertirles de que la carretera no perdona los excesos.

La Dirección General de Tráfico insiste en su página web en que la velocidad inadecuada continúa siendo una de las principales causas de accidentes en España, especialmente, en aquellos con víctimas mortales. Un comportamiento que afecta al proceso de percepción visual del conductor y provoca el llamado efecto túnel, que impide apreciar cualquier peligro en los laterales de la carretera, aún más arriesgado en las intersecciones, al ser el ojo humano incapaz de detectarlas.