La Travesía a Nado reúne a medio millar de personas en el puerto de Málaga

Los participantes recorrieron un kilómetro bajo el intenso calor que marcó la jornada

La regata de jábegas cumple con la tradición: medio centenar de tripulaciones compiten en el puerto de Málaga

Travesía a Nado en el puerto de Málaga.
Travesía a Nado en el puerto de Málaga. / Carlos Guerrero

Domingo, 10:30 de la mañana. Las calles del centro de la ciudad se mantienen con relativa calma. Sin embargo, más de 200 gorros blancos sobresalen del agua a orillas de la Dársena del Guadiaro. De fondo, la voz de un hombre, megáfono en mano, da la salida, y los gorros comienzan a moverse. En menos de un cuarto de hora -13:39 minutos después- llega el primero de ellos: Pablo Vallecillo. Se trata de la 65ª edición de la Travesía a Nado del Puerto de Málaga, en la que los participantes deben nadar un kilómetro para superarla.

La cola de gorros blancos esperando el 'pistoletazo de salida'.
La cola de gorros blancos esperando el 'pistoletazo de salida'. / Carlos Guerrero

Medio millar de personas se dan cita para la ocasión, algunas con los ya mencionados gorros blancos, con mayor nivel y entre los que sorprende sobre todo el corto rango de edad. Están allí para competir y superarse a sí mismos. Es el caso de Eloy y Borja, dos hermanos de tan solo 20 y 15 años, que compiten por quinta y tercera vez respectivamente, con el objetivo de batir sus marcas personales de 15'30'' y 15'32''. Otros porque les gusta, como comenta Anne, que a sus 14 años compite por segunda vez. Pero también los hay que participan "por el buen ambiente", como ocurre con Natalia, que también tiene 20, y confiesa que le da un poco de respeto nadar en el puerto, pero que estima que con tantísima gente dentro del agua, no habrá problema.

Dos hermanos compiten en la travesía.
Dos hermanos compiten en la travesía. / Carlos Guerrero

Destaca también la multitud de gorros rojos presentes en el evento, que salieron 40 minutos después. En este grupo, el público es más variado. Hay familias o parejas como Pedro y Niki, que admiten que no se han preparado demasiado para la ocasión. Pero el evento reúne también a nadadores más veteranos, como el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que relata como ya nadaba en el puerto desde su juventud, llegando incluso a coincidir con Joaquín Canales, nadador malagueño que a sus 85 años todavía sigue batiendo récords.

"Hace dos años vino por primera vez un compañero que nunca había hecho travesía y como la salida es algo más alborotada, al estar todos juntos, se sintió un poco agobiado y se asustó, pero cuando vio que estaba a su lado se tranquilizó y pudo realizar la prueba", comenta Antonio Giraldez, que para prepararse para la travesía ha entrenado en piscina hasta 5.000 metros.

"Nadar aquí es un lujo. El que sea malagueño sentirá que esto es una maravilla. Es una oportunidad que no hay que perder", exclama Juan Carlos Rico, que participa en la prueba junto al nieto de un íntimo amigo suyo. Para José María es la duodécima en la competición a sus 79 años. Afirma que nada habitualmente porque le parece "una actividad atractiva" y que "el puerto tiene la ventaja de que las corrientes y las olas no afectan tanto como en mar abierto". Para él, el recinto portuario es "una especie de mezcla entre piscina y agua abierta".

Expectantes ante el evento, más de un centenar de personas se reunieron tras los cristales situados en el Palmeral de las Sorpresas. Algunos por mera curiosidad y otros para apoyar a familiares y amigos a alcanzar la meta con besos al aire, aplausos y vitoreando sus nombres.

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