Un túnel bajo la A-7, la opción preferida del Gobierno para llevar el tren litoral a Marbella

La obra se haría por tramos y cortando un carril de la autovía, tratando de generar la mínima afectación posible al tráfico

El Cercanías de Málaga alcanza una puntualidad del 97% en el mes de septiembre

Tren de Cercanías en Málaga. / Javier Albiñana

No hace tanto tiempo, menos de un año y medio, el ministro de Transportes, Óscar Puente, negaba absolutamente que fuese posible que el tren llegara a Marbella. El motivo esgrimido entonces era el precio y la dificultad, además de asegurar que no era "competitivo". La orografía complicada del terreno entre Fuengirola y la única ciudad de España sin tren de más de 100.000 habitantes tenía gran peso en la negativa ministerial. Pero eso cambió, y el discurso de Puente viró al: "Es posible y lo haremos". En el ministerio, incluso, ya tienen una opción preferida de entre todas las que se barajan para que el tren, que este verano cumplió 50 años, acabe llegando a Marbella: un túnel bajo la A-7.

Si bien el modelo de tren aún no está elegido, toda vez que en el ministerio tienen encargado el estudio de viabilidad, al que debe seguirle uno informativo, sí que hay una solución técnica que gusta para salvar el camino. Hay que recordar que no es sólo la orografía lo que complica el trazado, también que el urbanismo depredador de la Costa del Sol nunca reservó el espacio necesario para esta infraestructura.

Pero, ¿cómo se haría la obra? En el ministerio, según ha podido confirmar este periódico con fuentes conocedoras, son partidarios de hacer los trabajos por tramos, y ejecutar el túnel vía muros pantalla, como la obra del Metro de Málaga. Este es el llamado sistema cut and cover, es decir, se excavan las paredes laterales de los futuros muros y se rellenan de hormigón. Una vez que están todas las paredes ejecutadas se procede a instalar la losa sobre ellas. entonces puede excavarse el interior del túnel.

Los mismos se ejecutarían por tramos, cortando un sólo carril de la autovía y procurando la mínima afectación posible. La opción que baraja el ministerio con más fuerza es la de continuar desde el túnel que ya existe en Fuengirola, por lo que, si no está elegido el modelo, que se continuase el Cercanías es una alternativa que gana peso.

Esta solución, además, la planteó cuando aún era el número 3 del Ministerio de Transportes el actual presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia. Puente ya afirmó en una entrevista en televisión que el cambio de rumbo de su cartera y su confianza en la ejecución del proyecto venía de un ingeniero "que tiene la solución". Fernández Heredia, además, fue quien vino a Málaga a defender la postura ministerial y afirmar que licitarían el estudio de viabilidad del tren en la primera de las mesas técnicas. Entonces apuntaba que a Marbella los números de rentabilidad y captación de viajeros eran más que suficientes.

Ángel García Vidal, ingeniero y representante del Colegio de Ingeniero de Caminos de Andalucía en Málaga, relató a este periódico que los tramos podría estar en torno a los 15 o 20 kilómetros de recorrido. El periodo para esto puede ser de dos años. A la vez, deben iniciarse las expropiaciones que sean necesarias. Si van por la vía rápida –siempre en el más favorable de los casos– se estima que en seis meses se pueden licitar y otros seis para efectuarlas. Cada uno de estos tramos costaría, según el cálculo de García Vidal, entre 40 y 60 millones de euros.

Al hacerlo por tramos ninguno de los expertos consultados entonces bajó de los cuatro años de obras el tiempo en que se ejecuten. Pero esto puede dilatarse tanto sea preciso. Lo normal es que las obras se liciten en esos tramos de 15 o 20 kilómetros. “Pueden hacerse a la vez, pero a ver quién tiene todo el litoral empantanado de golpe”, dice García Vidal. La posibilidad técnica muchas veces choca con la realidad.

El ingeniero José Alba realizó un estudio en 2024, por encargo de Unicaja Banco, en el que aseguró que el tren entre Málaga y Marbella es posible que esté hecho en ocho años, además cifró su coste entre los 2.500 y los 2.800 millones de euros dependiendo de la solución por la que se optase entre las múltiples propuestas. Para el tren litoral entre Nerja y Algeciras, el trazado completo que ahora estudia la consultora WSP (y que debe terminar el documento en un año) Seopan, la asociación de promotores españoles, calcula 6.700 millones de euros.

La prolongación de la conexión ferroviaria desde Nerja hasta Algeciras tendría una gran acogida en términos de pasajeros. O, al menos, eso es lo que reflejan los datos iniciales que baraja el Ministerio de Transportes para sacar adelante el ansiado tren litoral. Así, a la espera de la publicación del estudio de viabilidad anunciado por este departamento, se calcula que la demanda potencial sería de unos 60 millones de viajeros anuales siempre y cuando se sumen los cuatro tramos que los técnicos tienen sobre la mesa. Estos serían: Nerja-Málaga (26.763 al día y, por tanto, 9.768.495 al año), Málaga-Fuengirola (25.565.695), Fuengirola-Estepona (20.299.475), y Estepona-Algeciras (4.886.255).

Cabe recordar que la línea C-1 entre Málaga y Fuengirola movió a 17 millones de viajeros el año pasado y que ya en el Ministerio son conscientes de que está al borde de sus capacidades actuales. Tanto que en verano va al 116% de su capacidad. También, según un informe de la CNMC, es la que lleva más pasajeros de toda España en relación al número de asientos que ofrece. En cualquier caso, el Ministerio trabaja en los proyectos para la duplicación de vía en varias zonas. De llevarse a término permitiría que circulasen más trenes por el trazado. También en ampliar cinco apeaderos hasta los 100 metros, de manera que pudieran poner en servicio trenes más grandes y con más capacidad.

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