El último paso de Chipperfield por Málaga: 860.000 euros por un teatro en Estepona que no se hizo

David Valadez, ex alcalde, explica por qué lo rescindió: "Era inasumible y sólo por el nombre del arquitecto. Años más tarde se hizo el Auditorio Felipe VI tres veces más barato"

El asesor de Icomos sobre la torre del puerto de Málaga: "Es la estrategia de acudir a una firma de prestigio para hacerlo más amable"

Teatro que propuso Chipperfield para Estepona.
Teatro que propuso Chipperfield para Estepona. / M. H.

El pasado jueves llegaba el británico David Chipperfield a Málaga para mostrar algunos esbozos, las "líneas maestras", de su proyecto para la torre del puerto. Poco enseñaba de un diseño que debe estar listo dentro de un mes, con plazos improrrogables. Pero lo cierto es que no es la primera vez que el –ahora– Pritzker pisa la Costa del Sol por motivos laborales. Y la anterior ocasión ya le fue bastante rentable: recibió 860.000 euros por un teatro en Estepona que nunca llegó a hacer.

Corría septiembre del año 2005 cuando el señalado para hacer un rascacielos en la capital ganó el concurso para redactar el proyecto de un teatro. El emplazamiento sería el Parque Central de Estepona, una parcela de 3.000 metros de superficie. La financiación debía proceder en un 25% de las arcas municipales para que el 75% restante lo pusiera la Junta de Andalucía. En agosto de 2006 se anunció que se había realizado la retención de créditos necesaria para la ejecución de las obras.

Según el pliego de condiciones posterior, el proyecto, del que incluso se llegó a presentar una maqueta en 2007, contaba con un presupuesto de 3,6 millones de euros de los cuales el 75% serían aportados por la Consejería de Cultura de la Junta y la Diputación provincial, a partes iguales, mientras que el 25% restante seguía saliendo de las arcas municipales.

Pero en 2010 todo dio un vuelco. La crisis había pasado y los 3,6 millones se multiplicaron. La concejala de Cultura de la época, Silvia Cabrera, tuvo que salir a anunciar que Chipperfield no firmaría ningún teatro en Estepona. Habían llegado las vacas flacas y el Consistorio no podía hacer frente a más de 18 millones de euros.

David Valadez, alcalde de Estepona en la época, justifica la decisión: "Era inasumible y sólo por el nombre del arquitecto. Hay que tener en cuenta que después, el Auditorio Felipe VI se hizo por 5,7 millones de euros. Se podían haber hecho tres teatros sólo con lo que costaba ese".

En un primer momento desde el Consistorio esteponero abonaron al arquitecto, que aún no había sido premiado con el Pritzker, 200.000 euros por la maqueta que presentó en 2007 ante la Junta de Andalucía. Pero quedó pendiente de pago el resto del montante que tanto su estudio como Aurrekiotxea Eta Bezkidea, S. L., con los que se presentaron en UTE, exigían por haber presentado el proyecto en plazo.

Así entraron en un juicio para reclamar 400.000 euros que se les adeudaba por parte del Ayuntamiento. Chipperfield y su socio vasco, finalmente, obtuvieron la razón del juzgado en 2013, cuando no sólo se exigió al Consistorio que pagase esos 400.000 euros, si no que hubo que sumar 260.000 euros en concepto de intereses moratorios calculados en la forma prevista en el fundamento jurídico quinto del contrato firmado. Desde el Ayuntamiento de Estepona confirman que tras la sentencia, se abonó a los arquitectos el pago.

Una torre de 245 metros, parada en Hamburgo

Ya en el presente, aunque fuera de las fronteras nacionales, el estudio de Chipperfield se encuentra con otro problema entre manos. Uno de mayores dimensiones si cabe, y es que tiene que ver con una torre de 64 plantas y 245 metros en Hamburgo, la Elbtower. La misma está en construcción, al menos parte de su estructura, que comenzó en 2021 y esperaba terminarse en 2026, pero paró en 2023. Llegó a una altura de 100 metros.

¿El problema? El dinero de nuevo. El coste de la obra en su conjunto asciende por encima de los 950 millones de euros, pero la  promotora inmobiliaria austriaca Signa Prime Selection AG, de René Benko, no pagó al constructor, Lupp. Y en enero de 2024 la promotora propietaria de la torre se declaró insolvente. Con esto, todo parecía que el edificio iba a quedar en un esqueleto descomunal, pero en diciembre un empresario hamburgués, Dieter Becken, anunció su intención de hacerse con la promoción y terminar el edificio en tres años. Sin embargo, aún no se ha dado ningún paso en firme al respecto.

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