Málaga

La 'vacuna' de la bronquiolitis libera camas en el Materno de Málaga y evita aplazar operaciones

Una enfermera vacuna a un bebé, en una imagen de archivo.

Una enfermera vacuna a un bebé, en una imagen de archivo. / Javier Albiñana

Los pediatras preveían que la vacuna contra la bronquiolitis supondría un antes y un después. Y los datos tras la primera temporada de frío en que de forma generalizada los bebés menores de seis meses están inmunizados parecen darles la razón: los ingresos en las plantas y la UCI del Materno por esa patología respiratoria se han desplomado. Pero además de que ahora menos niños por debajo de esa edad se contagien, hay otro beneficio: al haber más camas libres, se evita tener que aplazar operaciones programadas, como ocurría en otoños o inviernos previos durante los picos de bronquiolitis debido a que el hospital estaba colapsado por la patología.

“Hay un plan de contingencia y en años anteriores a veces había que aplazar cirugías programadas porque no había sitio. Gracias a la inmunización no sólo han disminuido los ingresos por bronquiolitis, sino que se ha podido mantener la actividad programada”, explicó el jefe de Cuidados Críticos y Urgencias Pediátricas del Regional, José Camacho.

Porque esos recursos –tanto humanos como de camas– que antes consumía esa patología, en esta temporada de frío se han destinado a mantener la maquinaria quirúrgica a pleno rendimiento. Otros años, al no haber sitio en UCI o en plantas para los posoperatorios, algunas intervenciones tenían que posponerse durante ciertos días. “La programación de los quirófanos se tenía que parar por la bronquiolitis. Pero este año no se ha tenido que parar”, insistió.

Es decir, que no sólo se han beneficiado aquellos niños que no han contraído el virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de bronquiolitis, sino también aquellos que no han visto pospuesta su operación a causa de que el hospital estuviera saturado. Por eso Camacho destaca que esta vacuna no sólo ha sido positiva para los bebés inmunizados y, como efecto colateral, para los otros que disponen de camas, sino también para el sistema.

Hasta el pasado otoño, había un fármaco (palivizumab) que obligaba a revacunar de forma mensual durante toda la temporada de frío. Por eso, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sólo contemplaba la inmunización para los bebés más vulnerables. Pero el año pasado entró en el mercado otro (nirsevimab) que con un único pinchazo protege durante los cinco meses con temperaturas más bajas, que es cuando circula el VRS. Por eso, el SAS generalizó la vacunación para todos los bebés por debajo seis meses, incluidos los niños sanos. En realidad no es una vacuna (que es cuando el organismo genera la inmunidad) sino un anticuerpo monoclonal (en el que se administran las defensas ya fabricadas en laboratorio). Desde que comenzó esta campaña en otoño pasado, se han inmunizado el 94% de los bebés susceptibles de vacunarse.

Camacho precisa que las consultas en Urgencias del Materno por esta infección respiratoria han caído de unas 900 la temporada pasada a 240 en esta. Además, los ingresos en UCI por esta patología se han reducido a una cuarta parte; de unos 80 casos de bronquiolitis en Cuidados Intensivos el año pasado a apenas una veintena en esta temporada. Y estos últimos, aclaró, son sobre todo niños mayores de seis meses que no están incluidos en la vacunación o con bronquiolitis, pero causada por otros virus, no por el VRS. De los que acabaron en la UCI por bronquiolitis, añadió, la mitad no estaban inmunizados; bien porque eran extranjeros no vacunados o bebés nacidos en clínicas privadas que no acudieron a la sanidad pública para recibir el correspondiente pinchazo.

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