temporal

"He visto bombonas flotando en el Guadalhorce"

  • Los alcaldes de Cártama y de Coín, dos de las localidades más afectadas, impresionados con los daños sufridos

Fincas inundadas, ríos y arroyos desborados que arrastraron troncos, grandes rocas y hasta vehículos. Esas fueron algunas de las imágenes que ayer se vivieron en la comarca del Guadalhore, especialmente en Cártama y Coín, dos de las localidades más afectadas por la tromba de agua. "He visto hasta bombonas de butano flotando en el Guadalhorce", aseguraba a Málaga Hoy el alcalde Cártama, Jorge Gallardo, todavía inquieto por la crecida del Guadalhorce que a punto estuvo de desbordarse a su paso por el municipio. A las 8:00, el Ayuntamiento tuvo que cortar al tráfico el puente de Hierro que lo atraviesa ya que el agua estaba a punto de pasar por encima de la calzada impidiendo la circulación. Fuentes municipales aseguraron que el cauce llegó a los 4,20 metros, solo veinte centímetros menos de la altura que podría haber provocado un desbordamiento más grave. El regidor insistió en la necesidad de "limpiar y mejorar" los ríos y arroyos para prevenir este tipo de situaciones.

También en Coín la noche del martes se vivió con miedo en las zonas rurales debido a las intensas lluvias que dejaron 200 litros por metro cuadrado desde las 22:00 hasta las 6:00. A las 2:00, el temporal dio una pequeña tregua, que apenas duró una hora. "Parecía que el cielo se abría por la mitad hasta las 6:00. Llovía de manera muy intensa. Ha sido una noche muy ansiosa", expresó.

Una fuerte tormenta provocó el desbordamiento de ríos y arroyos, causando daños en viviendas, carreteras y caminos. No hubo que lamentar daños personales, aunque tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas ocho personas, seis de ellas de la zona de Alpujata, cerca del término municipal de Monda, y otras dos, un matrimonio de personas mayores, de una vivienda situada junto al puente de río Pereila. Estas últimas fueron trasladadas al hospital Clínico de la capital con síntomas de hipotermia. Una de ellas ya ha recibido el alta médica.

Entre los afectados hay una familia que residía en la zona del Puente de la Ermita en una casa construida cerca del margen del río. El agua, en palabras del regidor de Cártama, "entró hasta el techo". "Lo han perdido todo. El personal de servicios operativos está ayudándoles sacando barro de la casa y achicando agua con un camión cisterna", detalló.

El alcalde de Coín, Fernando Fernández, recorrió ayer por la mañana el municipio. Una de las zonas más afectadas es por la que discurre el río Pereila, tanto en el puente de la zona alta, como el que da acceso a la ermita de Coín. Ambos están completamente cortados y su estructura gravemente dañada. También se han visto muy afectadas unas viviendas de la zona donde el barro ha superado los tres metros de altura, al igual que en el molino de la ermita que ha alcanzado los cuatro metros. "Los daños han sido millonarios y va a costar mucho devolver la normalidad a los vecinos que viven en estas zonas rurales por lo que pedimos ayuda a instituciones superiores. Hubieran sido menores si los arroyos y los ríos estuvieran limpios de maleza y cañas, pero la Junta de Andalucía, que es la competente en estas labores las tiene completamente abandonadas", afirmó el alcalde de Coín, que recordó las inundaciones ocurridas en 2016, tras la que se anunciaron " a bombo y platillo ayudas que no llegan nunca".

Otra de las zonas rurales más afectadas fue Albuqueria, donde los vecinos se quedaron aislados, ya que la carretera prácticamente desapareció arrastrada por el río. Aquí el Ayuntamiento estuvo trabajando en la limpieza de uno de los carriles para tratar de dar salida a los residentes.

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