Cinco voluntades inquebrantables

'Málaga Hoy' reconoce la labor profesional de un educador metido a actor, de un campeón de España en lanzamiento de peso, de dos empresarios y de los Servicios Sociales Comunitarios del Distrito Centro

Borja Vivas, Pablo Pineda (en primer término), Manuel de la Maza, Jesús Burgos y Alberto Rivera en la redacción del diario 'Málaga Hoy'.
Borja Vivas, Pablo Pineda (en primer término), Manuel de la Maza, Jesús Burgos y Alberto Rivera en la redacción del diario 'Málaga Hoy'.
C. Fernández · R. Armas / Málaga

31 de diciembre 2009 - 01:00

En momentos complicados se escuchan historias de abatimiento, de derrotas y caídas al pozo. Pero entre ellas, siempre surgen como guías necesarias para que perdure el optimismo, otras de superación, de esfuerzo y constancia, ejemplos de personas que aprovechan los retos difíciles para salir fortalecidos. Y esas voluntades inquebrantables para seguir hacia adelante por ellos mismos y también por los demás son las que comparten las cinco personas distinguidas con el título de Malagueños de Hoy 2009.

Pablo Pineda, recientemente reconocido con la Concha de Plata por su interpretación en el largometraje Yo, también, ha sido sin duda una de las caras de este año. Pero también hay otras vidas más anónimas dignas de igual reconocimiento. El atleta Borja Vivas ha conseguido en este 2009 ser campeón de España en lanzamiento de peso en pista cubierta. Ha superado la marca de los 20 metros y fue el único deportista malagueño en el Mundial de Berlín.

Y dos empresarios, el gerente de Charanga y el del Centro Hospitalario Integral Privado, han logrado llevar a cabo en este tiempo complejo sus proyectos de expansión. Aunque la verdadera solidaridad la encontramos en los que están pegados a los que más sufren y el Centro de Servicios Sociales Comunitarios del Distrito Centro puede sentirse orgulloso de haber relanzado los corralones de La Trinidad y El Perchel con toda la idiosincrasia que contienen.

Borja Vivas asegura que no se podía plantear al principio de la temporada que su año haya resultado tan fructífero. A sus 25 años, este deportista que también estudia Empresariales, es el segundo español que consigue batir la marca de los 20 metros. "La verdad es que no me lo esperaba aunque uno siempre entrena para intentar conseguir lo mejor, pero me marcó conseguir ganar a Manolo Martínez que llevaba 16 años invicto", comenta Vivas, que empezó en el atletismo cuando era un niño. "Vivo cerca del polideportivo de Carranque y mi madre me buscó una actividad extraescolar porque era nerviosillo", recuerda. Probó las distintas especialidades atléticas buscando su hueco hasta que lo encontró en el lanzamiento de peso.

A Borja le han pasado tantas cosas este año que casi "no las he podido disfrutar" pero sabe que tiene que seguir en la brecha porque su carrera deportiva, como casi todas, tiene fecha de caducidad. Su principal reto es poder estar en los Juegos Olímpicos de Londres.

2009 también ha sido muy intenso para Jesús Burgos, tercera generación de empresarios sanitarios malagueños. Su abuelo inauguró hace más de medio siglo la clínica Los Remedios y su padre siguió la estela con La Encarnación. Hace cinco años comenzó una gran empresa, aumentar el centro hospitalario y dotarlo de las últimas tecnologías. Han invertido unos 25 millones de euros en crear esta infraestructura que cuenta con 150 camas y con el "mayor equipamiento quirúrgico de Málaga, con tres quirófano inteligentes que incorporan una de las más avanzadas tecnologías de Europa", dice.

Aunque los tiempos podían aconsejar la contención del gasto, para Jesús Burgos era imprescindible terminar el objetivo marcado y se confiesa "muy contento con el resultado". Su aspiración es que la sanidad privada pueda ser también un motor de crecimiento económico en Málaga. "Estos son negocios a largo plazo, no hay cultura del pelotazo porque hay que conseguir la confianza de los pacientes, y las personas en general son muy conservadoras en cuanto a la salud", asegura.

Como buen empresario, Manuel de la Maza, gerente de la firma de moda infantil Charanga, ha sabido sacar la buena cara del mal tiempo. "Crisis es igual a oportunidad y hemos aprovechado el momento para fortalecernos", confiesa. Este año han podido conseguir buenos espacios para sus tiendas a "precios competitivos", lo que ha provocado que se haya duplicado el inicial plan de expansión. "Hemos abierto 53 nuevas tiendas, una por semana y nos hemos consolidado en el mercado nacional", afirma De la Maza.

También se están abriendo al mercado internacional con tiendas en Portugal, China y Marruecos. Unos cuatro millones de euros han invertido en un año "difícil, con mucho trabajo y ajustes, pero que ha compensado por el resultado final", subraya.

Alberto Rivera de la Puente es animador sociocultural y representa a todo un equipo que trabaja en los barrios de Trinidad y El Perchel. "Ellos son los primeros que han recibido el choque de la crisis, pero tienen la particularidad de que se adaptan muy bien a las circunstancias, se mimetizan con su entorno, lo afrontan y superan", considera. Para Rivera este año ha supuesto el redescubrimiento de la ciudad de estos barrios históricos, y así "dejan de ser zonas que todo el mundo rodea" para transformarlos en sitios acogedores y abiertos. Sus patios, verdaderos oasis en mitad del ladrillo, se convierten en belleza y ese cuidado repercute en la normalización del barrio.

Más de 3.000 escolares han visitado este año los corralones y jóvenes de entre 14 y 19 años han vuelto a engancharse a la formación gracias a un taller de soldadura y forja que también ha servido para mejorar estos edificios.

Cuando a Pablo Pineda se le pregunta por el año que termina no duda en responder: "Muy intenso". Nunca se planteó ser actor, lo suyo es la pedagogía pero el pasado año se propuso un reto más y salió, no sólo indemne, sino con el máximo galardón del Festival de Cine de San Sebastián. Su arrojo le hizo merecedor de la Concha de Plata por su trabajo en la película Yo, también. Confiesa que tanto éxito repentino y tanta repercusión mediática le han "abrumado". Pasados los fastos , Pineda recapacita, agradece la oportunidad y, sobre todo, el hecho de haber contribuido a romper estereotipos.

"Los que tenemos Down podemos hacer muchas más cosas de las que los demás piensan, incluso de las que pensamos nosotros. Los límites se los pone uno", sentencia. A Pineda le queda ahora tarea por delante: cuatro asignaturas para acabar Psicopedagogía y unas oposiciones con las que conseguir "un trabajo estable". Por lo pronto, el cine pertenece al pasado, o a un futuro lejano. "Yo me muevo más en el ámbito de lo social. Además, el listón está muy alto", concluye.

stats