"Arnau, si fuera por dinero no estaría hablando contigo"

El Málaga y Kameni escenifican la continuidad del portero camerunés, que amplía su contrato hasta 2020. "Tuve ofertas pero en ningún momento se me pasó por la cabeza irme", afirma.

Arnau, Ben Barek, Kameni, Martín Aguilar y Benítez, ayer, en el acto celebrado en la sala de prensa de La Rosaleda.
Arnau, Ben Barek, Kameni, Martín Aguilar y Benítez, ayer, en el acto celebrado en la sala de prensa de La Rosaleda.
Ismael Touat Málaga

12 de febrero 2016 - 05:02

Pocos días después de su fichaje por el Málaga aparcó su vehículo de grandes dimensiones frente a la tienda de deportes del ex malaguista Josemi, abrió la puerta trasera y del mismo saltó su pequeño ejército de churumbeles. Carlos Kameni acudía al establecimiento al encuentro de unas espinilleras de fibra de carbono tras recibir consejo de varios de sus nuevos compañeros. El azar quiso que no tardara en estrenarlas, precisamente ante su ex equipo, el Espanyol, por una inoportuna lesión de Willy Caballero durante la primera parte de un choque que remontaron Van Nistelrooy y Demichelis. La escena de Kameni buscando material de trabajo junto con sus tres hijos no deja de ser una simple estampa cotidiana pero que quizá no esté lejos de reflejar de forma precisa quién es el portero camerunés: un tipo familiar y currante. "El primer día que nos sentamos a hablar le dije a Arnau: 'si fuera por el dinero no estaría hablando contigo", reveló ayer Kameni en la presentación del nuevo contrato que le unirá al Málaga hasta 2020 tras rechazar una suculenta oferta llegada de la Premier League, concretamente del Watford. El dinero del conjunto inglés que sí logró convencer a Nordin Amrabat no ha podido hacer lo mismo con Kameni.

La sala de prensa de La Rosaleda escenificó ayer una unión que hace año y medio era impensable. Entonces Kameni tenía pie y medio fuera del Málaga. Su elevada ficha de época Champions era insoportable para la entidad, cuya gestión encabezaba entonces el ex director general Vicente Casado. La obsesión del club era la rebaja salarial. Tras varias reuniones, desencuentros y algún momento de tensión, el Málaga y Kameni acordaron que la ficha se troceara en cuatro años de contrato en lugar de los dos que tenía estipulado en ese instante. Inesperada fue la ampliación de contrato aquella como que Javi Gracia le diera la titularidad en detrimento de Guillermo Ochoa, quien venía de ser una de las estrellas del Mundial. "Cuando vine quería formar de un proyecto muy bonito. Lo viví y luego tuve la suerte de jugar mucho. Quiero disfrutar de mi pasión, que es el fútbol, y mi felicidad, que está en el campo. Me pasé dos años en el banquillo, sufriendo mucho, y nadie me ha escuchado. Pero era la decisión del míster y tenía que respetarla. Sólo me queda seguir trabajando sabiendo que ese trabajo tenía su valor y su precio. Ahora el Málaga reconoce ese trabajo y me da la oportunidad de seguir disfrutando muchos años más", afirmó Kameni. Si termina su contrato habrá permanecido en el Málaga los mismos años, ocho, que en el Espanyol. Con los pericos sumó 227 encuentros oficiales (299 goles encajados) De blanquiazul acumula 81 partidos y 99 tantos.

Kameni prioriza la estabilidad familiar, de ahí su continuidad en Málaga. Lo repitió en varias ocasiones y en algunos instantes de su discurso se le quebró la voz hablando de su familia. No faltan voces dentro del club que apuntan (de manera jocosa) que lo mejor de que Kameni siga en el Málaga es que también lo hace su hijo Luka, alevín de la Academia y de futuro esplendoroso. "Voy a ser sincero como siempre. Tuve ofertas pero en ningún momento se me pasó por la cabeza irme", dijo el guardameta africano, y ahondó en ello: "Tenemos que valorar a la familia y el esfuerzo que hacemos para que ellos estén feliz. Sabemos del esfuerzo del padre que sale de casa para llevar algo de comer a sus hijos. A día de hoy es lo que trato de hacer para que mis hijos estén contentos. No sólo por tener un padre famoso, sino quiero que estén contentos porque es un padre que suda por ellos, por su trabajo y que da líneas de conductas. Por eso están contentos y felices. ¿Para qué me voy a ir? Sí, ganaré mucho más dinero pero al llegar a casa vería caras de tristeza y me partiría el alma".

Kameni estuvo acompañado por el director deportivo Francesc Arnau y los consejeros consultivos Francisco Martín Aguilar, Antonio Benítez y Abdallah Ben Barek. Arnau le definió como "un hombre de club". "Me veo muy reflejado en él. Hubo un momento en el que tenía que decidir si quedarme aquí de por vida o irme y esa encrucijada la ha tenido él este invierno. Aparte de su rendimiento indiscutible Kameni se va a convertir en un hombre de club que nos va a ayudar a crecer como entidad y va a ayudar a los jóvenes", apuntó el director deportivo. "Si estamos hoy [por ayer] aquí tiene mucho mérito Arnau, porque no era nada fácil empezar en su cargo con este tema. Tenemos y teníamos una relación especial, fue el primero en aconsejarme el colegio de mis hijos. Ha sido fácil y difícil discutir con él, porque ya no podía pelearme con él", aseguró el futbolista, que en el acto echó de menos a sus hijos "porque hay cole" y los familiares que habitan en su Camerún natal.

El trato que le dispensa el malaguismo a Kameni también le ha llevado a quedarse. "Sin jugar en este equipo me he sentido querido. Yo estaba triste de irme cuando no jugaba, porque no había demostrado lo que soy. Esta gente me quería sin haberme visto jugar. Pero Dios no quiso que me fuera, me quedé, y disfruté con ellos", comentó el camerunés, que volvió a ser preguntado por su relación con Ochoa: "No creo que la renovación de Kameni pueda afectar a la vida de Guille. Es la portería del Málaga, no la portería de Kameni. Trabajamos cada semana y el entrenador decide quién juega. Nos respetamos, nos saludamos y hablamos. Al final decide el entrenador. Yo no voy a tomar el té con los otros 23 jugadores de la plantilla, porque dedico todo mi tiempo a la familia, pero eso no significa que tenga problemas con ellos".

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