Málaga C.F.

Harper y Stoichkov ponen el morbo en el Alcorcón-Málaga

  • El canterano, cedido por el Getafe, no marca desde enero de 2019

  • El gaditano, que se cansó de esperar al jeque Al-Thani, ya lleva ocho goles

Jack Harper, en rueda de prensa.

Jack Harper, en rueda de prensa. / @Jackharper7

La vida deportiva de Jack Harper está llena de idas y venidas. Es una especie de montaña rusa constante en la que ha saboreado mieles pero también probado la hiel. Ahora no atraviesa el mejor momento personal, que coincide con su salida del Málaga. El hispano-escocés puede actuar como anfitrión de los blanquiazules, que conforman un vestuario donde todavía conserva bastantes amigos.

Harper hace dos veranos, cuando todo hacía indicar que saldría del club pese al ascenso a Segunda B del filial, acabó quedándose en la plantilla por méritos propios. Convenció en la pretemporada a Muñiz, con un equipo huérfano de delanteros del primer equipo. Pero acababa contrato y firmó de manera prematura un contrato con el Getafe.

En el club madrileño, que pagó 1.5 millones de euros por él para evitar cualquier tipo de conflicto contractual (había diferencia de opiniones entre el club y su representante acerca de una cláusula de renovación automática). Pero no terminó de convencer a Bordalás y acabó siendo cedido al Alcorcón.Así que no está en su casa y continúa en Segunda División. Los números no hablan bien de su 2019. Harper marcó su último gol en partido oficial el 19 de enero en La Rosaleda ante el Lugo.

Al margen de la presencia de Jack Harper (que habrá que ver si tiene minutos), en el Alcorcón hay un casi ex del Málaga. Se trata de Stoichkov, que es como se conoce en el mundo del balompié a Juan Diego Molina. El de San Roque está siendo uno de los jugadores más destacados de la temporada en Segunda, donde ya lleva ocho goles.

El futbolista gaditano estuvo firmado en este pasado mercado veraniego por el Málaga, donde iba a llegar cedido por el Mallorca. Pero nunca llegó la autorización definitiva del jeque Al-Thani a esta operación y el atacante decidió agarrarse a alguna de las otras opciones que tenía sobre la mesa cansado de esperar a los blanquiazules. Desde muchos sectores se entendió como una afrenta esta decisión del jugador y se le trató de restar valor. El tiempo pone a cada cual en su sitio.

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