Mercado, mucho mercado. Tanto que se olvida que hay un partido de fútbol que jugar, que Segunda tampoco espera a nadie. Pero Pellicer no es un camarón que se duerme. Sabe lo que dan de sí las corrientes, por eso se agarra a la que le viene mejor a su equipo. En su discurso hay dosis de normalidad. No alardea, habla de trabajo y de cuestiones que tiene a su alcance. Le viene bien al Málaga, en días donde lo normal es despistarse, para afrontar el encuentro contra el Elche.

Es un conjunto bien armado el de Pacheta. Pellicer lo sabe. El Elche tiene grandes virtudes y el Málaga tiene que empezar por limitar ese ímpetu a base de buen trabajo defensivo. Es la primera piedra sobre la que se sujetan los blanquiazules. Luego también quiere soltura con el balón y verticalidad. De momento, a los blanquiazules les ha ayudado a encadenar una racha de nueve partidos sin perder, que no es algo baladí. Falta que sean menos empates y más triunfos.

En la convocatoria del Málaga está Tete Morente. El extremo gaditano llega con ganas de demostrar que está llamado a hacer grandes cosas. Hay quien le señala por venir del Lugo, donde Curro Torres no confiaba en él. Al jugador eso no le importa. Sabe que está ante una de las grandes oportunidades de su carrera y la piensa aprovechar. Si tras dos entrenamientos está en una lista de 20, es porque está preparado para tener minutos.

Habrá que ver si también está listo Sergio Buenacasa. Pellicer ve bien al delantero, que cayó lesionado en su segundo partido como blanquiazul. Tanto él como Tete son dos nuevas armas para un Málaga que no ha cubierto todas sus carencias pero que al menos ha meneado el árbol.

Lamenta Pellicer, eso sí, la baja de última hora de Diego González. El central, que estaba asentándose junto a Luis Hernández, ve frenada su progresión. Las alternativas son Lombán, que entra en la convocatoria después de varias semanas inactivo, y el canterano Juande, que gustó mucho en su estreno de la mano del propio Pellicer.

Por lo demás, pocas novedades habrá en un once que cada vez es más reconocible, si bien es verdad que el entrenador blanquiazul siempre ha realizado algún tipo de variante. Luis Muñoz continuará siendo el hombre que dé equilibrio al equipo y Sadiku, que ya lleva nueve tantos, será la gran amenaza ofensiva de los malacitanos.