Llegó en el mercado de invierno de la temporada 2010-11 a La Rosaleda y pasó más de un lustro dirigiendo el centro del campo del Málaga. Formado en la cantera del Atlético de Madrid, consiguió ser internacional absoluto y ser una pieza clave en el conjunto malacitano de Champions y posterior. Hace cuatro veranos se confirmaba su marcha al Wolfsburgo como jugador importante y hoy mismo ha anunciado que deja el fútbol de manera prematura a los 30 años. Una lesión en el tobillo tiene la culpa.

Cinco operaciones, numerosos intentos de retorno y una constante en los últimos tres años: su tobillo no le deja jugar. Camacho se lesionó en un partido de la Copa alemana contra el Hannover en octubre del 2017. Era uno de sus primeros partidos con el conjunto germánico y aunque en 2018 trató de retornar y se le pudo ver en algún partido, el tobillo izquierdo volvió a darle problemas que le han costado hasta cinco operaciones. Sin poder recuperarse, el jugador ha dicho basta.

"Me da mucha pena que mis hijos no puedan ver a su padre jugar más al fútbol. Quiero que en un futuro sepan que lo intenté todo", dice el mediocentro en su carta de despedida de los terrenos de juego. El horizonte de Camacho a partir de ahora seguirá en el conjunto alemán para el que trabajará en los próximos meses abriendo así una nueva etapa profesional para él. 

"Se va un malaguista, volveré", dijo en su despedida de La Rosaleda. En el Málaga disputó cinco temporadas y media con 177 partidos oficiales en Liga, 11 de Copa y otros 11 de Champions y 19 goles conseguidos. Fue importante con todos los entrenadores que tuvo en Martiricos (Pellegrini, Schuster, Gracia y Míchel) y miembro importante del vestuario blanquiazul.