Suelen destacar el Málaga y Manolo Gaspar por su capacidad de convicción a la hora de atraer y seducir a futbolistas, pero no siempre se produce el final deseado. Es el caso de Juan Soriano, que era el primer objetivo para la portería en la primera fase del mercado, pero el cancerbero sevillano decidió rechazar la propuesta blanquiazul y firmar por el Tenerife, con quien ahora le toca regresar al estadio de La Rosaleda.

Soriano había terminado cuajando una buena temporada en el Málaga, donde llegó cedido por el Sevilla en el complicado verano del ERE. Mantuvo competencia y alternancia con Dani Barrio. Una decisión de Sergio Pellicer que no siempre llevó bien. Pese a todo, Manolo entendía que era un elemento a intentar conservar como Chavarría, Jozabed y algún otro.

El portero de Benacazón consiguió rescindir su contrato con el Sevilla y quedó como agente libre. A pesar de la interesante propuesta del Málaga, decidió aceptar otra de sus opciones. "Es un paso importante para mí, después de mi paso por el Sevilla. Quería un proyecto nuevo y con ambición y lo he encontrado en el Tenerife", dijo en su presentación, algo que no sentó demasiado bien en el entorno blanquiazul.

No le están yendo mal las cosas a Soriano, que ha disputado todos los minutos que se llevan de temporada con el conjunto chicharrero, donde ha encajado un total de 13 goles. El Tenerife se presenta en La Rosaleda como tercer clasificado con 27 puntos.

Habló el meta ante los medios de su vuelta a Málaga, que considera "especial", si bien lamenta no haber podido tener la suerte de vivir un partido en La Rosaleda con el público a su favor. "Aprietan mucho, vamos a sufrir allí, es de los más fuertes de la categoría como local".