El Málaga ganó al Estepona por 2-0 y cerró su serie de partidos de preparación. Ahora todos los sentidos estarán puestos en el estreno liguero contra el Castellón. El balance es positivo en líneas generales aunque no haya dado ninguna exhibición. Mostró su pegada para tumbar a un rival de una categoría inferior pero correoso. Queda, no obstante, la sensación de que faltan un punta y un extremo. Y sobra algún proyecto de cisne.

Afrontando el último partido de preparación antes de que alce el telón la Primera RFEF, cabía espera que Sergio Pellicer aprovechase para un ensayo general, con un once parecido al que arranque en Castalia. La realidad trajo otra cosa, una alineación de cachorros (más y menos aventajados) y minutos para Dani Sánchez con vocación ofensiva.

El Baby Málaga que comenzó ante el Estepona tenía de todo. Algunos de esos chicos quieren salir por distintos motivos. Era una buena ocasión para cargarse de argumentos deportivos. No fue el caso. La prisa es una mala consejera y los entornos no ayudan.

La primera media hora fue extremadamente aburrida. Hubo algún pequeño amago blanquiazul y réplicas esteponeras, obligando a Carlos López a varias intervenciones de cierto peligro. Un disparo lejano y un córner envenenado. La parada de refresco la aprovechó el de Nules para meter a Kevin Medina y Haitam Abaida, que regresaba a los terrenos de juego después de su grave lesión de la temporada anterior.

El Estepona, cuya aspiración final es el ascenso a Primera RFEF, se mostró como un adversario rocoso, con ideas claras y sin ningún complejo a la hora de emplearse con dureza, algo que le llegó a reprochar el mismo Pellicer tras una fuerte entrada sobre Kevin.

Los dos menudos extremos animaron el cotarro y cada vez se veía a Razak más cerca. El primer tanto lo tuvo más cerca que nadie Moussa Diarra en el 41’ después de un balón al área de Haitam que el central cazó en un complicado escorzo de tijera. El palo le negó el trocito de gloria.

En la segunda mitad cambió el once radicalmente: Alfonso Herrero; Gabilondo, Nelson, Juande, Galilea, Víctor García; Juanpe, Sangalli; Haitam, Roberto y Kevin. Insistió el técnico blanquiazul en probar tres centrales y carrileros.

Antes de que hubiese tiempo para nada, Alfonso Herrero tuvo que mandar a córner un disparo de Fobi que iba para dentro. Al poco, que el árbitro amonestara a Nelson encendió a Pellicer y acabó expulsado por sus protestas.

No terminaba de encontrarle las cosquillas al Estepona el Málaga, que introdujo a Dioni y Juan Hernández por Kevin y Haitam, que dejó buenas sensaciones tras su gran periodo de inactividad. El recién incorporado Hernández rompió la igualdad con una vaselina tras gran balón filtrado entre líneas por Galilea.

El 2-0 lo firmó Dioni. El delantero recibió un balón en la frontal, le dieron un pequeño espacio y lo aprovechó. Levantó la cabeza y ejecutó a Nieves, que poco antes había evitado el doblete de Juan Hernández. Tiene el gol en el ADN.

Pudo llegar alguno más del lado blanquiazul, que se gustó por momentos sobando el balón. El Estepona trató de buscar la portería hasta el pitido final, pero andaba justo de baterías. Justo lo contrario que el Málaga, que parece tener piernas y eso es fundamental para el inicio de la competición. Pellicer teme al huracán que pueda desatar una dinámica negativa en las primeras jornadas. Por eso insiste en fichajes, porque a partir del sábado todo dependerá del verde y la exigencia va a ser la del ascenso a Segunda División.