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Málaga CF - Eldense: La Copa sabe a Jerez (1-0)

Juanpe celebró el gol a lo torero

Juanpe celebró el gol a lo torero / Carlos Guerrero

Le convendrá o no, pero el Málaga eliminó al Eldense, un Segunda, de la Copa del Rey. Y La Rosaleda celebró y saboreó el triunfo. Fiesta en festivo al compás de dos jerezanos que cocinaron el 1-0 definitivo. Juanpe, un futbolista de categoría superior y de quien todavía se espera mucho, celebrando el gol a lo torero, como antes hicieron en esta casa Joaquín o Alberto Luque. Y Cordero, otra de las grandes joyas de La Academia, cuyo descaro y frescura piden a gritos más protagonismo en un conjunto que necesita estímulos ofensivos y gente que marque diferencias.

La alineación del Málaga era previsible en un porcentaje alto de jugadores, si bien sorprendía un poco que arriesgase con Galilea y Juan Hernández. A Juanpe y Víctor García le hacían falta horas de vuelo tras sus lesiones y Larrubia, que venía entrando desde el banquillo últimamente, también entró de inicio. Luego, todo el espacio era para más chicos de la casa: Carlos López, Bilal, Moussa, Loren Zúñiga, Cordero e Izan Merino, que debutaba en partido oficial.

El Eldense, de Segunda División, arriesgó menos aún. Apenas Dumic era un fijo liguero. Y salvo algunas entradas fuera de tono, no parecía muy interesado en dar la campanada en Copa. El Málaga sí estaba algo más obligado a dar una imagen mejor después de cuatro fiascos en La Rosaleda. Además, no era fácil congregar a casi 13.000 personas en un día gélido y pasado por agua, en las antípodas de lo que suele ser la bien llamada Costa del Sol.

La frescura y la ilusión por jugar dio alas al Málaga, mejor en casi todo que el Eldense, que sólo intimidó de verdad en una ocasión en la que Carlos López evitó el 0-1 a disparo a bocajarro de Joel Jorquera. Pese a ello, las sensaciones que dejaban los blanquiazules eran positivas, con Cordero e Izan Merino mostrando sus credenciales.

La felicidad se truncó cuando Juan Hernández se tiró al césped en un sprint. El mal de la Copa haciendo otra vez de las suyas. Entró por él uno de los más prometedores talentos de la casa: Aarón Ochoa. El internacional irlandés alborotó un poco más la primera mitad, mostrando detalles de jugón. 

A pocos minutos del descanso, el Málaga obtuvo su premio en un córner de Cordero que Juanpe cabeceó como un nueve y que resultó indefendible para Aceves. El 1-0 era merecido por lo visto en el muy resentido césped de La Rosaleda, donde un día antes había jugado España.

En el descanso Pellicer sentó a Loren Zúñiga, que deja pasar el enésimo tren y que tiene pinta de que más pronto que tarde va a salir del club. Ocupó su lugar Dioni Villalba, otra entrada arriesgada pero también alguien que necesitaba volver a recuperar el pulso goleador.

La segunda mitad fue un poco más descafeinada. Menos llegadas, menos ocasiones, menos detalles. A la hora de partido, Pellicer retiró a Juanpe y Larrubia para dar entrada a Genaro Rodríguez y a Dani Sánchez, que se situó como extremo derecho. También Fernando Estévez movió el banquillo. Tres cambios de una tacada (entre ellos Andone y Soberón) y poco después el cuarto.

El carrusel continuó con el quinto del Eldense y el cuarto blanquiazul, que trajo consigo cambio de sistema. Manu Molina ocupó el lugar de Izan Merino y el Málaga se puso con una especie de 5-4-1 en el que Dani Sánchez se fue al carril zurdo y Víctor se situó como central zurdo. Se echaba un poco atrás el equipo y el adversario lo daba al frente. De manera más tímida que contundente, eso si.

Al filo del minuto 90, Carlos López detuvo un remate peligroso en el área pequeña que después fue anulado por el colegiado Galech Azpeteguía, que tuvo una actuación muy, muy floja y en la que además dejó de vez en cuando al Eldense emplearse con fuerza desmedida.

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