Juanpi Añor era uno de los jugadores que se le había atravesado a La Rosaleda. De un tiempo a esta parte, muchos aficionados señalaron hacia el suelo con sus pulgares. Escuchó pitos y críticas personales. De ser su ojito derecho (o uno de ellos) a reprocharle su actitud y el desfase entre sueldo y rendimiento. Pero el fútbol es el juicio constante y te basta con una buena puesta en escena para camelarte al respetable.

Víctor Sánchez del Amo, ante la complicada situación por la escasez de profesionales, decidió jugársela con el mediapunta venezolano en el once titular. Acertó. Juanpi no sólo hizo un buen partido, es que fue el mejor sobre el césped de ambos equipos. Dio sentido al juego, filtró pases, rompió líneas, tomó buenas decisiones, ejecutó acciones a balón parado... Y resultó absolutamente determinante al ser objeto de penalti, una pena máxima que supuso el 1-1. Le faltó poco para terminar de poner el estadio del revés. En la primera mitad estrelló un balón contra el poste después de un robo suyo y una magnífica conducción hasta el área. En los minutos finales, con empate en el marcador, sacó un zapatazo de fuera del área que Josep sacó con dificultad cuando más de uno casi cantaba gol.

A Víctor le preguntaron por su situación y esto fue lo que dijo: “Este tipo de preguntas las tiene que contestar la dirección general del club que es quien tiene la información de las cuentas y de los presupuestos, yo no la tengo. Me encantaría contar con todos los jugadores de calidad y Juanpi lo es, sin ninguna duda”.

El problema principal, es público y notorio, es que el contrato de Juanpi es propio de otra época, inasumible para la entidad a día de hoy. De hecho, su salida sofocaría un poco la cuestión del techo salarial. El mercado entra en su semana final y su caso necesita una resolución. Quién sabe, el de Las Palmas podría ser el último partido de Juanpi con el Málaga, el tipo de actuación que la afición lleva deseando verle ejecutar mucho tiempo. Un sabor dulce si finalmente sale. O una primera piedra para reconquistar Málaga.