El Málaga ganó ante el Nàstic con un regreso al 4-4-2 en el que Blanco Leschuk y Jack Harper fueron los titulares. Apostó Muñiz por regresar a un dibujo con dos delanteros. Pero luego, al echar un vistazo al banquillo, faltaban pólvora y recursos. La reserva blanquiazul estuvo formada por el meta Axel Werner, Brezancic, Lombán, Keidi Bare, Renato Santos, Dani Pacheco y Álex Mula.

Tanto fue así que Muñiz tuvo que tirar en la segunda mitad de Mula para sustituir a Jack Harper y situarlo como enganche por detrás de Blanco Leschuk. Pocos delanteros en un Málaga que apenas lleva 32 tantos en 31 partidos.

Seleznov, cuyo rendimiento está muy debajo de lo esperado y muy por debajo de lo aceptable, se lesionó en Los Pajaritos ante el Numancia y negó al Málaga uno de los pocos recursos de los que goza.

Luego está el caso de Koné. El delantero está lesionado pero de larga duración. El club fue al mercado para ver si podía encontrar un sustituto para él. Pero en la entidad aseguran que no hay margen suficiente para poder fichar a alguien en este escenario.

Tampoco en el Atlético Malagueño andan sobrados de gol y de delanteros, por lo que Muñiz (que ha demostrado que no le tiembla el pulso para poner a canteranos) no puede tirar de la casa como ha hecho en otros casos.