Se cruzan una vez más los caminos del Málaga CF y de Francesc Arnau. Los blanquiazules y el Oviedo jugarán en el Carlos Tartiere su tercer partido oficial de la temporada entre LaLiga SmarBank y la Copa del Rey. Más allá de posibles connotaciones sentimentales, en los cálculos del director deportivo del club asturiano está lograr los tres puntos ante su ex equipo para alcanzar los 50 puntos y con ellos casi la tranquilidad.

Oviedo ha sido la primera estación de Arnau tras su ruptura con el jeque Al-Thani y posterior salida del Málaga. Un proyecto confeccionado para algo más que la permanencia pero que como muchos otros cada temporada tienen que rectificar el recorrido sobre la marcha. Durante el verano tentó a Luis Muñoz para que se uniese a las filas carbayonas, pero el canterano apostó por continuar en La Rosaleda.

También recientemente trascendió que el Oviedo había puesto sus ojos en tres elementos de La Academia del Málaga, entre ellos Juan Cruz, que incluso ha jugado con el primer equipo varios partidos. Junto a él, Jesús Hoyos y Mario da Costa, que dejarán Martiricos y pondrán rumbo al Tartiere.

Es innegable que Arnau conoce bien la cantera del Málaga, donde se curtió junto al recordado Manel Casanova en la incipiente Academia. Y luego recogió su testigo. Eran años dorados para la base blanquiazul. Todavía queda parte de esa obra y se beneficia hasta el primer equipo con jugadores muy importantes.

Es prácticamente todo el legado que queda del paso por el Málaga de Francesc Arnau, ahora un rival de la categoría tras tantos años. Está claro que después del durísimo ERE a la plantilla deportiva del pasado verano, prácticamente no quedó nada de los anteriores directores deportivos, cuya huella andaba casi borrada desde incluso antes. Apenas Lombán, que fue de Caminero, o Benkhemassa, sello jeque.

No salió bien del Málaga Arnau, como tantos otros, tras chocar frontalmente con Abdullah Al-Thani. Discrepancias a la hora de confeccionar la plantilla y acometer ciertas operaciones llevaron a una discordia pública y notoria en la que también se vio envuelto el entonces entrenador, Míchel.