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Málaga CF - Leganés: Al tercero resucitó (2-0)

Málaga CF - Leganés: Celebración del 1-0

Málaga CF - Leganés: Celebración del 1-0 / Marilú Báez

El Málaga había amagado dos veces seguidas con un triunfo que terminase de dar alas al equipo. Sucedió a la tercera, reviviendo otros momentos que nunca llegaron, a vida o muerte. Estaba la idea, estaban las ganas. Ante el Leganés no solo se conquistan puntos vitales, es el refrendo indispensable para que termine de prender la llama. A este vestuario le ha costado tres entrenadores y 30 jornadas. Quizás sea tarde, pero se ha dado una oportunidad de salvar a una institución histórica como ofrenda menor por los sinsabores de un año en el que se debió optar a mucho más. Dos estaciones seguidas, Andorra y Villarreal, para continuar alimentando, qué cosa, el propio hambre.

Una vez hallada una fórmula a la que agarrarse para alimentar el sueño, Sergio Pellicer sólo introdujo un par de cambios para medirse a un Leganés en crisis de juego y resultados. La sanción de Juande trajo el regreso de Alberto Escassi al once y el toque de autor fue incluir a Rubén Castro de inicio cuando venía apostando por un delantero de mayor desgaste como Fran Sol.

El Málaga mostró las mismas hechuras desde el arranque. Bien plantado en el campo, compacto por momentos y capaz de hacer el ancho el escenario con Ramón manejando y Febas y Villalba bailando. Aunque cuando más peligro genero fue cuando el Leganés concedió espacios y Cristian pudo sacar de la chistera un buen puñado de centros con la categoría habitual. Se replegaron bien los pepineros, que apagaron varios fuegos en el área y concedieron saques de esquina que los blanquiazules no terminaron de aprovechar.

El Leganés tuvo menos balón pero supo presentarse como un adversario tosco y con colmillo. Al son de Rubén Pardo, cada falta lateral o córner era una amenaza clara. Resolvió bien el Málaga en la mayoría, no sin algún apuro y suspiro.

Cristian, con la flechita al rojo vivo, no sólo fue importante en su faceta ofensiva. Concentrado y responsable, se esforzó en defensa y tuvo la fe necesaria para evitar in extremis que Arnaiz fusilase a Yáñez en una contra que nació de un córner a favor.

Se destapó un poco más el Málaga para ganar en presencia arriba, pero faltaba precisión y conectar con un Rubén Castro al que no se encontró nunca. Mucha llegada pero Riesgo apenas intervino salvo para perder algo de tiempo.

Antes del descanso se calentó algo el partido. Villalba se pasó de frenada en una entrada en la que se libró de la roja porque tocó ligeramente antes el balón y tuvo vista para encoger la pierna. Luego tuvo sus más y sus menos con Ais Reig. Llegó alguna cartulina más. Había que bajar revoluciones.

Lo agitó todo Pellicer, que prescindió de los amonestados Escassi y Villalba para incluir a Luis Muñoz y Chavarría en una ecuación en la que la defensa pasaba a ser de cuatro. Precisamente el argentino tuvo el partido en sus botas tras una prolongación de tacón de Castro deliciosa. Tiró al muñeco y Riesgo sólo tuvo que estar en su sitio.

El conjunto madrileño quiso cortar el ritmo del Málaga perdiendo tiempo de cualquiera manera. Ais Reig amonestó a Nyom y avisó a Riesgo. Pero en la siguiente otra vez un jugador tuvo que ser atendido. Ahí preparó cambios Idiakez que amonestó a Fede Vico por entrar antes. Minuto 64. Nada de fútbol.

Pero el Málaga tenía hambre y quería ganar y permitirse creer. Tuvo que ser Rubén Castro, con la incertidumbre del fuera de juego que claramente no era. Un pase magistral de Febas, una aparición clave de Luis, Lago llegando y chocándose otra vez con Riesgo. Un disparo de Ramón, un poco de caos, un poco de salsa canaria. El gol de todos.

Se rondó el 2-0 con los pepineros tambaleándose y cerca de besar la lona. Coqueteó con terminar de romperlo ahora que los madrileños eran más descuidados. Así que Pellicer jugó la carta de Genaro para afianzar el tesoro que suponía la ventaja. Ovación al de Órgiva. Algunos pitos incomprensibles al sevillano con lo que se estaba jugando el equipo.

Jugó buenos minutos guardando la ropa pero sin dejar de buscar el segundo, con una confianza pocas veces exhibida. Jozabed por Rubén en el 85’ para templar lo que quedaba. En la prolongación (ocho minutos), Lago Junior hizo la jugada del partido rompiendo en una baldosa a Nyom, faltó el martillazo final. Ais Reig (¿?) añadió 60 segundos más.

Para más épica añadida, un córner final para el Leganés con Riesgo también en el área, Chavarría fue el más listo al rechace y recuperó un balón que condujo como un escapado del Tour hasta meterse casi dentro de la portería. 30 puntos, nueve jornadas. Hay piña, hay fe.

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