El Málaga CF se enfrenta a sí mismo este domingo, ante sus miedos y temores, ante su propia afición y ante un Lugo que llegará también con un hambre y necesidad similar, puntuar para salir de abajo. Los blanquiazules están en lo más bajo del pozo, colistas con sólo seis puntos, a más de una victoria de los puestos que dan tranquilidad, a 11 de los play off de ascenso. El horizonte cada vez más empinado y oscuro, caída o auge esta jornada.

Ya lo explicaba Pepe Mel, que habían llegado a ese punto por sus propios errores, por sus concesiones, las de él al frente del banquillo y las previas. También reflejaba ver a un equipo que está loco por salir de su situación de dar un salto hacia delante para ganar en confianza y crecer en base a lo que ya se había asentado, mayor sobriedad defensiva y juego más posicional. Pero aún le falta a este Málaga, falta pegada, último pase y presencia en el área rival, algo que se trabaja pero que no se materializa.

Recupera Mel a jugadores importantes. Escassi era una de las grandes dudas tras salir lesionado el último partido, está en la convocatoria y apunta a que puede tener un papel importante, sobre todo teniendo en cuenta que Alfred N'Diaye será baja seguro. El senegalés se ha convertido en un fijo desde su llegada, incuestionable en el pivote pese a que los resultados no han llegado tampoco con él. Su baja la puede ocupar Genaro, que de mantener al Málaga en el once podría ser como central.

Otro que se esperaba que estuviera de vuelta pero que tendrá que esperar es Álex Gallar. El extremo permitiría recuperar las bandas, dando uso a Hervías en el otro costado. Pero el catalán tras probarse en el entrenamiento de ayer, comprobó que su estado no es el más óptimo para volver pese a que le han reservado pensando en este encuentro. Otro del que ha hablado Mel es Luis Muñoz, que tras una vuelta desconcertante ante el Andorra, no tuvo minutos ante el Leganés pensando en dar un paso al frente ante el Lugo.

Ante el Lugo, otro equipo con necesidad de puntuar y que posiblemente ofrecerá la pelota sin problemas a los blanquiazules, se esperan cambios significativos. La Rosaleda tiene que ser un factor determinante. Está tocada la afición pero durante el partido el empuje de las voces malaguistas debe tomar formar como un jugador más, en los peores momentos es cuando la comunión entre ambos debe ser más fuerte, sobre todo cuando los puntos estén en juego. Será después del partido cuando se dicte veredicto: caída o auge.