Málaga CF

Cambiar el esquema es una de las opciones

  • Pellicer podría optar por volver a la línea de cuatro en la zaga para añadir un hombre más en el medio

Sergio Pellicer, durante un entrenamiento.

Sergio Pellicer, durante un entrenamiento. / Javier Albiñana

Con el paso de las semanas, dejado atrás el inicio competitivo y puesto punto y final a un mercado más que movido, el Málaga entré en una normalidad antes desconocida. Hablar de fútbol, y solo de fútbol, ya impera en el entorno del club –excepto concretos casos–. Todo parece más asentado, también los planes de Sergio Pellicer, su tablero y las fichas que lo ocupan.

Pese a las continúas rotaciones que ha ido llevando a cabo el entrenador blanquiazul en esta primera fase de la temporada, algunos detalles fueron fijándose. La mayoría de los que suelen conformar el once ya tienen el colgante de titular, mientras que son pocos los que van alternándose el puesto con menor regularidad.

Los rendimientos de hombres como Yanis Rahmani –máximo asistente–, Pablo Chavarría –máximo goleador– o Ramón –eje del equipo en la medular– les han llevando hacia la titularidad de manera incuestionable. Las carriles y la portería son los puestos que más han rotado hasta el momento ante las posibles variantes.

Algo que también quedó fijado en las primeras jornadas fue el esquema, la formación. Tras varias pruebas, el rendimiento del equipo en partidos importantes como Sporting de Gijón y Zaragoza llevó a Pellicer a decantarse definitivamente por el 5-4-1 que muta en el 3-4-3. El dibujo de no deja de ser anecdótico, aunque la condición del equipo alineando tres centrales marcas las pautas de su juego, del repliegue y su presión.

Ya restó importancia del esquema Manolo Sánchez tras el duelo ante le Leganés. "Vamos sacando resultados ya sea con sistema de cinco o de cuatro", decía el segundo al mando de los blanquiazules, aunque la línea de cinco ha ganado peso y se ha consolidado por encima de resultados, esquivos en varios partidos.

La realidad es que la acumulación de hombres en la zaga, con tres centrales, no se está traduciendo en un aumento del rigor defensivo, de la seguridad o de la limitación de errores. Gran parte de los goles encajados, con o sin dosis de suerte, están llegando tras despistes, ya sea en la marca o al tirar el fuera de juego, una de las señas de identidad del equipo este curso.

Quizá ante el Girona Pellicer apueste por volver a la línea de cuatro ganando un hombre en el centro del campo. Con cuatro atrás, el Málaga ya ha usado dos vertientes: 4-3-3 y 4-4-2. Esto permitiría dar entrada a un tercer hombre de corte más creativo como Cristian o Jozabed (de recuperarse) para acompañar a Ramón y Luis, o incluso jóvenes como Julio o Larrubia.

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