Las orugas procesionarias, ese molesto insecto que vive en los pinos malagueños y que por estas fechas aparece en los parques y bosques, han afectado a uno de los conjuntos juveniles del Málaga. El Juvenil A, que disputa habitualmente sus partidos de local en las instalaciones de El Viso, tuvo que mudarse esta jornada de ubicación por una plaga de la molesta oruga en la zona.
El cuadro que entrena Bravo, disputó su encuentro en la Federación Malagueña de Fútbol, mismo cónclave del filial blanquiazul. Los pupilos del ex del Rincón vencieron en ese suelo al Tiro de Pichón por 4-1 en la vigésimo novena jornada del Grupo IV de División de Honor. Los blanquiazules son en estos momentos cuartos y están a 10 del líder, el Sevilla, y a cinco del Granada, segundo clasificado.
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