Los acontecimientos se han desencadenado desde el cierre de mercado, el Lunes Negro del malaguismo. Y se han abierto las compuertas para la crítica continua y dura al jeque Al-Thani. Pese a un intento un tanto infantil de la propiedad de calmar mediante un comunicado en el que echaba balones fuera y se cargaba contra LaLiga, 

Ya en pleno verano, poco antes de la Feria, el malaguismo se había movilizado para una manifestación en La Rosaleda a la que acudieron en torno a un millar de personas. Pero esta vez era todo más rotundo. Había un partido una hora más tarde, el derbi de los jeques ante el Almería, y la cita era en la explanada de Gol.

Estaba demasiado reciente la humillación que sufrió el malaguismo al ver cómo sus propios responsables eran incapaces de inscribir en LaLiga a los fichajes, cómo Okazaki llegaba de noche a La Rosaleda para firmar su rescisión e irse a otro equipo con su voluntad de quedarse, cómo dos canteranos como Iván Rodríguez y Álex Mula se quedaban sin ficha y cómo, en suma, su portavoz involuntario y única voz ahora mismo que se puede oír con cierta autoridad y credibilidad, Víctor Sánchez del Amo, pegaba un palo poco habitual, recordando que la propiedad había incumplido con su palabra cuando decidió quedarse a la hora de configurar un equipo serio.

Empiezan a congregarse los aficionados del @MalagaCF a las afueras de La Rosaleda para manifestarse en contra del jeque Al Thani pic.twitter.com/Z84vWX0yOw

— malagahoydxt (@malagahoydxt) September 7, 2019

Había bullicio desde media hora antes de la manifestación en los alrededores de La Rosaleda, seguramente más del habitual en un día de partido. Se han vivido episodios emocionantes en víspera de duelos como los recibimientos que se realizaron el año pasado. 

"Ha sido una vergüenza de mercado, un total vergüenza lo que ha pasado con los jugadores de la cantera especialmente, que no han podido ser inscritos, un gran aplauso para ellos", decía con el megáfono uno de los responsables de la manifestación como anticipo a un "Al-Thani, vete ya" que tronaba una y otra vez. Si es cierto el dicho de que cuando te nombra otra persona se nota en el oído propio, al presidente le debían zumbar los suyos allá donde esté.

Las pancartas eran masivas en número. "Al-Thani, fuera de Málaga", "Ladrón de guante blanco", "Al-Thani, eres la vergüenza de Catar", en inglés para que llegara el mensaje, "Al-Thani, ridículo naciona y vergüenza de Catar y "Al-Thani, falso y embustero"... Y también había para los demás responsables de las altas esferas de la entidad . "Directiva, dejad de esconderse".

El "Málaga somos nosotros" también fue otro hit de la protesta, con algún cántico habitual moldeado para introducir el "Al-Thani vete ya". Poco a poco, la protesta fue avanzando por la recta de Tribuna, dando por finalizado su recorrido en la puerta número 16 (lugar por el que entran los autobuses de ambos equipos). Allí siguieron cantando los indignados malaguistas hasta que se acabó disolviendo la manifestación. Fueron miles de personas las que secundaron una protesta que se antojaba necesaria en el malaguismo, que se ha sentido engañado en este duro verano culminado el lunes pasado.

Ya durante los 90 minutos, las gradas del coliseo blanquiazul, que presentaban un buen aspecto con una entrada de 18.068 espectadores, la afición allí presente se dedidcó a animar a los hombres de Víctor Sánchez del Amo. El repunte de esta manifestación llegó en el minuto 30, cuando el colegiado Ávalos Barrera señaló el cooling break, ese descanso que implantó la FIFA en los meses de más calor para evitar problemas de deshidratación. Sin fútbol sobre el césped, La Rosaleda volvió a clamar contra el jeque: “¡Al Thani, vete ya!”. Tampoco se olvidaron los aficionados, que teñían las gradas de colores azules y blancos , de los demás mandatarios.“¡Directiva, dimisión!”, cantaban una y otra vez.

Una vez que el colegiado indicó el final del partido, haciendo oficial la segunda derrota de la temporada, la hinchada blanquiazul repitió los diferentes cánticos en contra del jeque Al Thani a viva voz. Tras ello, cuando los jugadores se unieron en el círculo central, estos abucheos y cánticos se convirtieron en aplausos. A pesar de la situación queda claro que la afición sigue confiando en sus futbolistas.

Por último, antes de que los protagonistas se marcharan dirección al túnel de vestuarios, los aficionados también se acordaron de Víctor Sánchez del Amo con sus cánticos. Un sonoro “Sí se puede” cerró La Rosaleda en una de las tardes más turbulentas que se recuerdan en los últimos meses.