Ya ha concluido la cuarta jornada de esta temporada de Primera Federación. Los malagueños han experimentado resultados distintos como locales, pese a haber mostrado un gran nivel sobre el terreno de juego. Ambos han vivido noches positivas junto con sus aficiones por la valentía del planteamiento. 

Por su parte, el Málaga CF dio una exhibición en La Rosaleda ante cerca de 20.000 aficionados en el derbi andaluz contra el Recreativo Granada, que visitaba la capital de la Costa del Sol con tres malagueños en sus filas y un ex del filial blanquiazul. Lograron la victoria por 3-0 con una exhibición de Kevin Medina, que jugó su mejor partido con la casaca de la entidad de Martiricos y provocó el primer tanto gracias a su capacidad de regate y de desborde. 

Estos tres puntos han significado la tercera victoria consecutiva de los de Sergio Pellicer. La primera vez que se consigue esa hazaña en bastante tiempo y una gran dosis de alegría y motivación para el equipo y para la afición tras la pasada campaña, donde ambos sufrieron bastante por los resultados cosechados, que condenaron al club al descenso a Primera Federación. Esto ha provocado que los boquerones escalen aún más en la tabla de clasificación y han pasado de ser quintos a terceros. Además, se encuentran a un punto del CD Castellón, que es el líder del grupo.

Por otro lado, el Antequera CF ha demostrado que esta categoría de bronce del fútbol español no se le queda grande, sino que son capaces de competir hasta con el rival más duro de esta. Se midieron al CD Castellón en El Maulí y lo hicieron de tú a tú sin ningún complejo. El duelo acabó con un 1-1 en el luminoso que significó un reparto de puntos entre ambos. 

Las sensaciones fueron inmejorables, ya que los aficionados de la ciudad del Torcal pudieron apreciar como su equipo no bajaba la mirada ante uno de los rivales más duros y exigentes de la categoría y cómo llegaron a ganar por 1-0 durante 10 minutos. Pese a esto, el cuadro entrenado por Javier Medina no ha logrado abandonar la zona de descenso, pero han pasado de ser colistas a ocupar la decimooctava plaza. Cada vez más cerca de abandonar el pozo.