El Málaga volvió al trabajo en el Anexo y se vieron imágenes de buen rollo entre los jugadores y el cuerpo técnico, pero los sentidos ya apuntan en una dirección: el partido ante el Intercity del 2 de enero. El regreso a la competición no va a ser sencillo para el cuadro malacitano, que por el momento tendrá dos bajas seguras por sanción y no ha recuperado a nadie de los que están en la enfermería.

Saltó al césped Luca Sangalli, que no compite desde el 12 de octubre cuando disputó unos minutos ante el Melilla. Una lesión muscular que se fue complicando y de la que parece cada vez más recuperado. Muestran cautela en Martiricos, de cualquier forma, porque el centrocampista vasco no está al cien por cien todavía y su regreso va a ser paulatino pese a volver a formar parte del grupo en una sesión después de semanas.

Con normalidad se ejercitó Víctor García, si bien el propio Pellicer ya comentó que su suplencia de última hora ante el Algeciras se debió a un pequeño pinchazo y decidieron no arriesgar para evitar males mayores. Dioni Villalba atraviesa un proceso vírico, pero de todas formas el delantero está sancionado y no podrá jugar contra el cuadro alicantino, al igual que Genaro Rodríguez.

Después hay una serie de futbolistas en la lista de bajas con los que no se es demasiado optimista con vistas al primer choque de 2024. Juan Hernández quizás podría llegar pero dependerá de cómo vaya evolucionando estos días. Alternó gimnasio y césped, al igual que Manu Molina, Nelson Monte y Juande. Juanpe, que fue baja por un golpe en la cadera en el partido que cerró 2023, tampoco parece que pueda estar listo. Eso sin contar a Ramón Enríquez, con su eterna presencia en el gimnasio, o a un Haitam Abaida que sigue en su domicilio guardando reposo.

Completaron la sesión el portero Andrés Céspedes y el trío de menores que conforman Izan Merino, Antoñito Cordero y Aarón Ochoa. Este jueves habrá sesión doble para el conjunto blanquiazul, una a las 10:30 y otra a las 17:30.