La titularidad de David Larrubia (Málaga, 2002), desde hace poco mayor de edad, en Vallecas fue una sorpresa, pero no tanto en el seno del Málaga. Se le considera uno de los proyectos más serios de los que han germinado en los últimos años en la Academia y, de hecho, con 18 años lleva a tiempo completo con el primer equipo desde que comenzó la pretemporada aunque aún tiene edad juvenil y podría jugar en el equipo que dirige Nacho Pérez en División de Honor.

Malaguista de cuna, recién sacado su carné de conducir, Larrubia va dando los pasos para consolidarse en el primer equipo. Un ratito en su debut en Tenerife, la titularidad en Vallecas... Pellicer le conoce bien y va adaptándose en los entrenamientos al ritmo del fútbol profesional. Ya en pretemporada dejó gotas de su calidad en varios amistosos. El Málaga lleva tiempo trabajando en su blindaje, con un nuevo contrato por varios años que comprenderá, lógicamente, subida de sueldo y de cláusula de salida. Tiene contrato hasta 2021 y se quiere cerrar ya la operación, porque si no en enero sería libre para firmar por cualquier equipo. La voluntad de Larrubia, recogepelotas del club desde infantil, es también la de seguir. Hasta ahora, el mercado y la configuración de la primera plantilla han atraído la atención de la dirección deportiva, pero es una operación en la que se lleva trabajando tiempo y que se quiere culminar en breve.

Larrubia comenzó a jugar en el Roma Luz, uno de los clubes señeros en la base en la capital, y ya en edad alevín fue reclutado por el Málaga, donde lleva desde 2012. Ha ido subiendo escalones, normalmente con adelanto por su calidad y llamando la atención desde el clásico torneo de Brunete, y ya ha pisado el primer equipo. Habitual en las convocatorias de las selecciones inferiores de España, estuvo en Brasil a finales de 2019 en el Mundial sub 17 con España. Allí marcó un gol en el primer balón que tocó. Compartió equipo, entre otros, con el ahora barcelonista Pedri. Después también ha sido citado con la sub 18.

Zurdo de exquisita calidad y desborde fácil, con desparpajo para jugar por las dos bandas y también como mediapunta, la principal duda con él estribaba en su adaptación al ritmo y a la exigencia física del fútbol profesional. Va dando los pasos correctos para asentarse. Y el Málaga le ve como otro de los jugadores sobre los que construir futuro. Pese a la revolución que se ha hecho en la plantilla, la cantera debe seguir teniendo peso en la estructura del primer equipo por pura necesidad numérica y porque vendrán rachas de lesiones y sanciones. Y Larrubia es uno de los que cuenta para Pellicer y la dirección deportiva.