Está siendo el curso 2018/19 uno en el que se recuperan viejas costumbres en el Málaga, sobre todo relacionadas con el vestuario. Volvieron a celebrarse comidas con cierta regularidad, en la continua búsqueda de estrechar lazos y conseguir el mejor clima posible para acercarse más aún a los objetivos. Ahora, de la mano de Víctor Sánchez del Amo, esto va a pasar al siguiente nivel.

En el Málaga estaba previsto dar el miércoles de descanso tras la sesión de recuperación de este martes, pero finalmente lo que habrá es una jornada de convivencia. Los futbolistas irán por la tarde al karting de Campillos, donde tendrán la oportunidad de ver quién es el más rápido pero sobre cuatro ruedas. Una vez que finalice esta actividad, los jugadores se irán de cena.

Nuevos aires en el Málaga, que después del incontestable triunfo ante el Oviedo regresa a su sitio y vuelve a estar entre los equipos de play off. En su día este tipo de jornadas de convivencia eran más normales de lo habitual. También la presencia del equipo (o de algunos jugadores) de vez en cuando en el karting de Campillos (algunas veces de manera pública y otras más discretas).

También va muy con el espíritu de Víctor Sánchez del Amo, que desde el primer día se descubrió como un gran motivador, centrado en los aspectos emocionales del deportista de élite. El madrileño encarna la figura del coach en toda la extensión de la palabra, tanto en su acepción de entrenador como en la tan usada ahora como motivador.