Málaga CF | Muñiz logra su objetivo en 2018

Y se frenó la caída

  • El Málaga consigue convertirse en un equipo ganador y desterrar cualquier recuerdo del curso anterior

  • Buenos números antes de afrontar un tramo en el que harían falta fichajes

Muñiz y sus jugadores, en un partido en La Rosaleda.

Muñiz y sus jugadores, en un partido en La Rosaleda. / Marilú Báez (Málaga)

Hacer balance cuando se cierra un año natural resulta casi obligatorio. En el Málaga habría mucho de lo que hablar, pero la tendencia actual del equipo, que disfruta de unos días de merecidas vacaciones, borra parte de un pasado reciente poco agradable. Era la gran misión de Juan Ramón Muñiz cuando decidió aceptar la propuesta blanquiazul.

El asturiano quería hacer una lobotomía al vestuario (a los que seguían del colista de Primera) y que esto llevase al entorno a desocupar el espacio que se había llenado de pesimismo y aceptación de la derrota como un estadio natural. De hecho, sólo basta irse al pasado del Málaga para poner un ejemplo de lo que temía, que el dramático descenso no hubiese sido el fondo. En la 2006/07, donde él llega como recambio de Marcos Alonso, el Málaga no sólo no fue candidato al ascenso sino que iba camino de irse a la Segunda División B. Y otros muchos clásicos de Primera se fueron a la C de un tirón en dos años.

Las labores de desintoxicación han resultado más que óptimas. Y eso ha llevado a la afición a ilusionarse de nuevo, que era otra de las prioridades de Muñiz. En su idea de frenar la caída también estaba desalojar de las gradas el pesimismo y que la ilusión volviese a reinar en La Rosaleda. No le ha ido mal. Es cierto que no todo el mundo comulga con su filosofía de juego, pero también es cierto que hay aceptación y comprensión acerca de cómo es la categoría. Se acepta el método porque se comprende la idiosincrasia de la categoría y lo complicado de competir por las escasas plazas de ascenso.

El Málaga empezó 2018 con 16 derrotas, tres empates y dos escasos triunfos. Lo termina con 11 victorias, tres empates y sólo cinco derrotas. Sí, no es lo mismo Primera que Segunda, eso no se discute. Pero Muñiz lo que quería era invertir la tendencia, porque lo complicado es cambiar el chip. Sobre todo a hombres que venían del peor año de sus carreras en lo colectivo y casi en lo individual y a una afición que llevaba más de diez años sin saber lo que era estar fuera de los 17 mejores equipos de España.

Eso sí, todo lo que ha conseguido el Málaga de Muñiz hasta ahora sólo es tomar posiciones para afrontar la hora de la verdad. Y en Segunda se está marcando un ritmo vertiginoso en la zona alta de la tabla. El equipo ya ha demostrado que es candidato, pero también que no es el mejor equipo de la categoría y que no pasa por encima de nadie (salvo alguna excepción). Le faltan algunas herramientas al asturiano, sobre todo en el ataque y el centro del campo. Tiene poco más de un mes para hacer fichajes. Se esperan dos, como poco.

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