Descansa este miércoles el Málaga, un Málaga que da síntomas de fatiga y que no termina de encontrar la senda de los triunfos. Nueve partidos ya de la segunda vuelta y diez puntos menos que en la primera, un bagaje pobre para un candidato al ascenso. Si quiere seguir aspirando, no puede repetir ante e Nàstic el papelito ante el Numancia. Y Muñiz tiene que buscar soluciones y enchufar a su equipo en tres días.

El Málaga juega en Tarragona este domingo a las 16:00 horas. Para ese partido habrá muchos cambios obligados por los compromisos internacionales. Además, tampoco está teniendo suerte el conjunto blanquiazul en cuestión de lesiones. Pero con lo que tenga, que de entrada incluso mermado es más que lo que poseen la mayoría de rivales, tiene que preparar la cita como si fuera la última.

Este jueves regresa el conjunto malacitano al trabajo, al que le quedarán viernes y sábado para ultimar detalles y pensar en cómo meter mano a un Nàstic que es antepenúltimo en la tabla (sólo supera a Córdoba y, obivamente, a Reus). Un conjunto que suma 24 puntos y apenas lleva 18 goles a su favor por 44 en contra. Los tópicos y las excusas sobran llegados a este punto.