Los dos únicos fichajes consumados oficialmente por el Málaga, Okazaki y José Rodríguez, tienen a esta hora muy complicada su inscripción en LaLiga. Se da casi por descartada. El club, ante la complicación de sacar a jugadores que no cuentan o tienen sueldos desorbitados para la situación actual, está intentando apostar más por la cantidad para que haya una flexibilidad de jugadores que por la calidad.

Para ello, está intentando completar la plantilla con la excepción salarial que permite el ente con sueldos de 80.000 euros. Evidentemente, el perfil al que se puede aspirar no es ambicioso, básicamente con jugadores que son apuestas. Pero sí habría una cierta cantidad de efectivos. Hay una limitación, según la fuente a que se consulta, de tres o cuatro jugadores con esas características económicas. Uno puede ser el argelino Mohammed Benkhemassa, el argelino capricho de Al-Thani que lleva varios días esperando para formalizar su contrato. También el joven ariete del Manchester City Lorenzo González, que se intenta cerrar.

Obviamente, sería un palo bastante gordo, en términos deportivos y de imagen, la previsible consumación de estas operaciones. Siempre hay mecanismos para resolver un contrato cuando la inscripción no se puede realizar. En estos dos casos, tanto Okazaki como José Rodríguez han apostado por venir a Málaga y ello ha sido clave para aguantar tantos días sin ser inscritos. Los agentes de ambos jugadores están viendo opciones para salir.

Siempre cabe la posibilidad, utilizada en los últimos años con Lacen o Lombán, de inscribir jugadores sin contrato pasado el plazo. Pero, claro, para ello hay que resolver y liberar contratos de jugadores.