El partido mayúsculo de Ontiveros en La Coruña (golazo, asistencia y tiro al poste) no sirvió para traer un buen resultado de Riazor. O, quizá mirado por el otro lado, su actuación permitió que el Málaga siguiera vivo en la eliminatoria por el ascenso para firmar el 4-2 que habrá que remontar este sábado en La Rosaleda.

El marbellí ya hablaba tras el partido de remontada a través de las redes sociales. "Desde ya pensando en el partido de vuelta. Nos dejaremos todo en el campo porque seguro que la afición lo hace en la grada. Cuanto más grande es el desafío, mayor es la oportunidad. Juntos somos imparables", afirmaba el atacante malagueño, que fue una pesadilla para el Deportivo en Riazor. Rayando a ese nivel es un jugador sin par en la categoría.

En su actuación en Riazor, Ontiveros colocó cuatro centros y tres fueron rematados, que regateó seis veces a los rivales, que dio bien el 72% de sus pases, normalmente con riesgo y siempre con mala leche para crear peligro. Sólo perdió dos balones, sufrió cuatro faltas, algunas de ellas bastante duras. Y una que sufrió de Pedro Sánchez y que debió ser la segunda amarilla del deportivista.