Circulan por Twitter algunas imágenes de aficionados blanquiazules portando diferentes pancartas en la noche del miércoles 8 de marzo frente al estadio de La Rosaleda mostrando su rechazo a un debate surgido en los últimos días y que resulta un tanto artificial, pero que muchos malaguistas atajaron desde el primer momento con una postura clarísima. La mera idea de refundar el club a día de hoy suena disparatada y apenas gozaría de apoyos entre la masa social.

"No dejaremos morir al MCF", rezaba una de ellas, en alusión a este asunto y a la realidad del Málaga, camino de Primera Federación (hubo otra crítica dirigida a un medio de comunicación en particular). La simple idea de pensar en un escenario similar al de 1992 causa escalofríos entre la parroquia malacitana, si bien el arraigo que ha logrado el Málaga Club de Fútbol en poco más de cuarto de siglo es muy diferente.

No es la primera vez que sucede esta temporada que grupos de seguidores blanquiazules muestren sus opiniones con esta llamativa fórmula. Sucedió con una serie de pintadas en el estadio de La Rosaleda dirigida contra los mandatarios de la entidad y también en la Ciudad de la Justicia en vísperas de una de las citas con los Al-Thani.