"Sí se puede", despide La Rosaleda a su equipo al marcharse a los vestuarios en una agónica victoria sobre el Cartagena que le coloca a cinco puntos de la salvación. Fue una jornada especial para el malaguismo, con una comunión con el equipo tremenda desde dos horas antes del duelo. El estadio era un clamor. Y parece que el vestuario lo cree a pies juntillas también.
La Rosaleda es un clamor: "Sí se puede"
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La afición se lo cree después de colocarse a cinco puntos de la salvación
La Rosaleda es un clamor: "Sí se puede"
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