Hay grietas en La Rosaleda y eso es un problema importante. Muy grave, en realidad. Porque además no se hace contrapeso más allá de Martiricos, donde el camino es exactamente igual de errático. Son solamente ocho puntos los que acumula el Málaga después de ocho jornadas. Una tercera parte del botín. Bagaje paupérrimo para cualquier conjunto que aspire a mantenerse en Segunda División.

Ocho puntos de 24 posibles, unas cifras que sitúan al Málaga en lo más bajo de la clasificación virtual de la competición si sólo contasen los encuentros disputados en el propio campo. Solamente el Deportivo de la Coruña y el Tenerife han logrado menos puntos que los de Víctor Sánchez del Amo como locales. Siete cada uno. El Extremadura está con los mismos puntos que el cuadro malacitano. El Oviedo suma nueve. Eso significa que salvo el Tenerife, todos los clubes de Segunda que aún no han llegado a la decena de puntos como anfitriones, están en la zona de descenso.

El Málaga ha ganado una vez en su campo. Fue al Oviedo, en un buen partido que acabó con cierto suspense. Además cinco empates y dos derrotas. El balance fuera de La Rosaleda es también de ocho puntos, aunque de 27 posibles. Actualmente sólo hay cuatro equipos en la categoría que tiene un mejor balance a domicilio del que tienen como local: Alcorcón, Albacete, Elche y Tenerife.

Debe buscar el Málaga solidez en todos los campos, pero es fundamental que se apoye en La Rosaleda, que cuajó un papel fundamental ante el Elche para lograr un empate agónico tras llegar a ir 0-2 y 1-3. Se entiende mejor con las declaraciones de los rivales. Ahí están las palabras de Pacheta, técnico del Elche: “El ambiente de aquí es maravilloso. El Málaga fue muy efectivo y muy intenso. Esto es fútbol en su plenitud, el ambiente fue excelente. El Málaga es un gigante, ya lo dijimos en la previa, aunque ahora no está bien. Es difícil sostener al Málaga desbocado. La afición aprieta... ¡cómo aprieta! Tenemos que poner en valor el partido que hemos hecho”.

Eso sí, tiene que servir como toque de atención la baja entrada ante los ilicitanos. 13.691 espectadores, la peor asistencia de la temporada en el estadio de La Rosaleda. Está siendo una cuestión progresiva. En las últimas citas van bajando la cantidad de aficionados. Una cuestión que no se puede perder de vista. El apoyo es fundamental.