Víctor García es otro de los jugadores que están en su primer curso en el Málaga y todavía alucina con el público de La Rosaleda. Ante el Recreativo de Huelva dejó un gesto de pura rabia levantando a la afición, absolutamente entregada a la causa, como él.

“Después de un partido como el del Recre, uno empieza la semana diferente. A veces jugando te sale solo ese gesto, ves al público tan entregado que tú le pides que aprieten un poco más porque te das cuenta de que está al caer… Vivir un partido como ese, con la afición y como acabó todo, es algo que vas a recordar siempre, cuando te retiras. Es algo que vas a recordar siempre”, comentó a su paso por Área Malaguista, en 101TV, donde añadió: “Sabíamos que nos teníamos que dejar la vida en La Rosaleda ante nuestra gente”.

Tenía sus dudas de cómo sería la reacción del aficionado en esta temporada tras perder la categoría profesional: “No me lo esperaba para nada. Sabía de la magnitud de esta afición pero claro que te quedan esas dudas de saber si en Primera RFEF iban a seguir siendo esa afición tan destacada como lo son en Primera y Segunda. Es algo espectacular”.

Eso sí, pidió empatía con el equipo de los peores días, esa cara B que mostró en algunas citas como la de Melilla: “También le diría a la gente que hay que normalizar ciertas situaciones, que no somos robots, que tenemos días, altibajos, estados de forma que pasamos todos los jugadores y todas las personas. Trabajamos al cien por cien para darle partidos como el del domingo pero desgraciadamente no es así”.

Entre otras cuestiones, Víctor García también contó cómo con el tiempo ha ido pasando de ser más un extremo a un lateral zurdo, posición en la que ha hecho muy buenas migas con Dani Sánchez, que se tratan de amigos más que de compañeros. También cree que el centro es un arte que se puede entrenar pero sobre todo se aprende a elegir mejor. Lecciones de uno de los fichajes más solventes de esta temporada.